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XXXV CURSO DE ARRITMIAS Y ELECTROFISIOLOGÍA CLÍNICA: SOBRE LA FIBRILACIÓN AURICULAR

La Fundación para la Investigación Biomédica organiza, con la colaboración del Hospital Universidad de Getafe, la trigésimo-quinta edición del Curso de Arritmias y Electrología Clínica. Esta cita se celebrará de forma presencial los días 16 y 17 de mayo en el Hospital Universitario de Getafe. Además, se cuenta con la Sociedad Castellana de Cardiología (SCC) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) como avales científicos y con Aymon Solutions como patrocinadores.

En esta ocasión, se centrará en “La Fibrilación Auricular en el siglo XXI ¿Un electrocardiograma, una arritmia o una grave enfermedad? De la urgencia a la sala de electrofisiología”. Este tema ya se había tratado en años anteriores pero la organización ha deseado volver sobre él para hacer un abordaje transversal acercándola, no solo a los cardiólogos, sino a otras especialidades médicas como la atención primaria, neurología geriatras o neumólogos, entre otros. Así, han especificado Joaquín J. Alonso Martín, Jefe de Servicio de Cardiología del HUG, Agustín Pastor Fuentes, Jefe de Sección de Cardiología Clínica e Intervencionista del HUG, Ambrosio Núñez Angulo, FEA de Cardiología del HUG y Francisco García-Cosío Mir, Profesor Emérito, todos podrán mejorar en la toma de decisiones y en el manejo del paciente con fibrilación auricular.

La cotidianeidad de la fibrilación auricular no le resta complejidad

La fibrilación auricular es uno de los tipos de arritmias más frecuentes, más de un millón de personas en España la padecen. Una arritmia es una patología provocada por problemas en la frecuencia o el ritmo normal, ritmo sinusal, de los latidos del corazón, estos se reducen, aumentan de forma anormal o se producen irregularmente. En el caso de la fibrilación auricular (FA), el corazón late con un ritmo irregular y, en ciertas ocasiones, lo hace muy rápido. Las cavidades superiores del corazón, aurículas, laten de manera desigual lo que provoca una desincronización con las cavidades inferiores, los ventrículos.

La fibrilación auricular puede ser asintomática. No obstante, los síntomas más comunes se relacionan con una sensación de latido rápido del corazón o de palpitaciones, dolor en el pecho, mareos, fatiga, falta de aire o debilidad. Además, hay varios tipos de FA en función de la duración del ritmo alterado de los latidos del corazón. En la ocasional o paroxística, los síntomas duran unos minutos u horas e, incluso, una semana y pueden desaparecer solos, aunque algunas personas necesitan tratamiento. La persistente se caracteriza por presentar latidos cardíacos irregulares de forma constante y necesita de tratamiento para recuperar el ritmo normal. En caso de ser, además de persistente, prolongada en el tiempo con una duración de más de 12 meses, es necesario aplicar un tratamiento o un procedimiento. La fibrilación auricular permanente es aquella que no permite al corazón recuperar su ritmo sinusal y requiere que el paciente tome medicación.

En un corazón sano, el nódulo sinusal, el grupo de células situado en la cavidad superior derecha que se encarga de producir las señales que inician el latido, que se transmiten por las aurículas, que pasan por el nodo auriculoventricular, que las ralentiza, y que finalmente llegan a los ventrículos, tiene una frecuencia normal de 60 a 100 latidos por minuto. Mientras que el caso de fibrilación auricular, estas señales son caóticas y la frecuencia cardíaca oscila entre 100 y 175 latidos por minuto.

Las causas de que esto ocurra son múltiples, aunque lo más común es que se deba a problemas en la estructura del corazón. También pueden provocar una fibrilación auricular problemas cardíacos congénitos, el síndrome del seno enfermo, la presión arterial alta, infecciones por virus o ataques cardíacos, entre otros. Por otro lado, los hábitos de vida nocivos como consumir alcohol o cafeína en exceso, drogas o tabaco, pueden desencadenar episodios de FA. Otros factores de riesgo incluyen la obesidad, diabetes o apnea del sueño.

La fibrilación auricular es una de las cardiopatías más frecuentes entre la población y, aunque los profesionales sanitarios la tengan presente en su trabajo diario, el manejo correcto del paciente y de esta cardiopatía son indispensables para evitar los graves efectos que pueden desembocar en ictus, insuficiencia cardiaca o en secuelas como la discapacidad.

La FA es una arritmia compleja y que conlleva grandes retos terapéuticos. Los avances en el diagnóstico, la detección temprana y el tratamiento con técnicas de monitorización sensibles, anticoagulación, ablación, etc. aumentan y mejoran con los años, mientras que el uso de fármacos eficaces para regular el ritmo de latido del corazón se presenta todavía como un desafío para los cardiólogos.

Mantener un estilo de vida saludable es, como en todas las patologías, clave para prevenir su aparición y progresión:

Informaciones útiles sobre la jornada

En este XXXV Curso de Arritmias y Electrología Clínica centrado en “La Fibrilación Auricular en el siglo XXI ¿Un electrocardiograma, una arritmia o una grave enfermedad? De la urgencia a la sala de electrofisiología”, se repasarán aspectos clínicos y epidemiológicos de esta cardiopatía. Se hablará acerca de su manejo su manejo en diferentes contextos clínicos, mejoras diagnósticas y prevención embólica. Del mismo modo, se discutirá si es mejor tener o no ritmo sinusal, cómo controlar el ritmo. El curso terminará con una conferencia magistral, donde se hará un repaso de la evolución, los resultados y el futuro de la técnica de ablación de fibrilación auricular. Además, se combinará la teoría con la práctica a través de casos clínicos.

Estas sesiones se celebrarán en el Hospital Universitario de Getafe y los participantes deben hacer la inscripción a través de este enlace: https://aymon.eu/eventos/arritmias-2024-inscripcion/, completando el formulario. Para los médicos, el precio por acudir a la jornada es de 250€ y para los MIRs, DUEs, Socios SEMES y otros interesados, es de 150€.

Programa del curso aquí

Nuevo curso formativo sobre el Tratamiento sintomático en esclerosis múltiple

El Hospital Universitario de Getafe y la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe con la colaboración, como aval científico, de la Asociación Madrileña de Neurología y, como patrocinador, de la farmacéutica Almirall organizan el curso formativo sobre el Tratamiento sintomático en esclerosis múltiple que tendrá lugar el día 11 de abril de 2024 en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid, en la Sala de Prensa.

La reunión formativa comenzará a las 16:30 horas de la tarde y participarán diversos profesionales de los Servicios de Neurología de Hospital Universitario de Getafe, del Hospital Universitario Ramón y Cajal, del Hospital Universitario Clínico San Carlos y del Hospital Universitario 12 de Octubre. Se centrarán en el tratamiento de la espasticidad, de los trastornos de la marcha y vesicales y de la fatiga el dolor neuropático y trastornos del sueño de los pacientes con esclerosis múltiple.

El tratamiento sintomático permite mejorar la calidad de vida de los pacientes

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica, inflamatoria y neurodegenerativa que afecta al adulto joven al iniciarse entre los 20 y los 40 años, con una incidencia tres veces mayor en mujeres que en hombres. Su origen es autoinmune, es decir, el sistema inmunológico ataca al sistema nervioso central provocando lesiones desmielinizantes del cerebro y de la médula espinal y daños en los axones de las neuronas que conllevan el establecimiento de síntomas residuales.

Los síntomas residuales que se manifiestan en los pacientes de esclerosis múltiple son muy diversos, pero la discapacidad fundamental se manifiesta en forma de alteraciones en la deambulación, es decir, en la marcha, aunque también otros, como la fatiga, son comunes. También, interfiere en el sueño, y el control de la vejiga urinaria.

A pesar de que no se dispone aún de ningún tratamiento curativo, actualmente existen un gran número de fármacos que son capaces de modificar la evolución natural de la enfermedad. De este modo, y aunque los pacientes tengan que convivir con estos síntomas residuales que con el paso del tiempo necesitan diferentes tratamientos para mejorarlos, se mejora la calidad de vida de los enfermos de esclerosis múltiple.

En este sentido, este curso acerca del Tratamiento sintomático de la esclerosis múltiple permite a los residentes de neurología que participen en él aprender sobre estas terapias que permiten a las personas convivir con la enfermedad. La Dra. Yolanda Aladro, perteneciente al Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Getafe y moderadora de esta sesión, ha remarcado la importancia de este curso porque el tratamiento sintomático “recibe en los grandes congresos y cursos formativos menos atención que el tratamiento modificador de la evolución natural de la enfermedad que se dirige a evitar la aparición de secuelas o síntomas residuales”. Sin embargo, ha asegurado, que abordar de forma adecuada los síntomas es indispensable para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Descarga aquí el programa: Tratamiento sintomático en esclerosis múltiple

El Hospital Universitario de Getafe desarrolla una campaña de detección de aneurisma de aorta

Con motivo de la edición 2024 de la Semana de la Salud organizada por el Ayuntamiento de la localidad de Getafe, celebrada del 3 al 10 de abril, el Hospital Universitario de Getafe ha programado una campaña de detección de aneurisma de aorta dirigida a la población mayor de 65 años. Esta actividad tendrá lugar el 9 de abril en dos carpas instaladas en la Plaza Unesco de Getafe (Calle Ramón y Cajal, 22), de 11:00 a 14:00 y, por la tarde, de 16:00 a 19:00 horas.

Los profesionales sanitarios del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del HUG serán los responsables, junto a la Sociedad Madrileña de Angiología y Cirugía Vascular y la empresa de tecnología sanitaria Medtronic, de realizar la campaña de prevención con ecografía de abdomen, que no implica coste alguno para el interesado y que es indolora. Esta prueba se dirige a los varones mayores de 65 años y a las mujeres mayores de 65 años con antecedentes familiares de aneurismas o tabaquismo.

El aneurisma de aorta es un abultamiento conforma redondeada o cilíndrica que aparece en la pared de la aorta, la arteria principal del cuerpo que distribuye la sangre oxigenada desde el corazón al resto del organismo. El lugar más frecuente de presentación de una aneurisma, aunque pueden desarrollarse por toda la aorta, es en la abdominal, por la zona del estómago. También se da, aunque de forma menos habitual, en la aorta torácica, encima del diafragma en la cavidad del pecho.

Aneurisma de aorta | Fuente: National Heart, Lung and Blood Institute

Esta afección del sistema vascular no suele producir síntomas perceptibles ni molestias o dolores que alerten al paciente. No obstante, si se genera una rotura o desgarro el riesgo de mortalidad es del 90%. Por este motivo, adquieren tanta relevancia el cribado y las campañas de prevención para aplicar tratamientos tempranos que eviten futuros problemas.

Actividad para la prevención del Ictus

Paralelamente a la campaña de detección de aneurisma de aorta, especialistas de la Unidad de Ictus, del Servicio de Neurología del HUG, desarrollarán una segunda actividad de 11:00 a 14:00 horas que girará en torno a que los ciudadanos comprendan las características del ictus, cómo combatir su aparición, cómo identificarlo y cómo actuar ante esta situación.

El Hospital Universitario de Getafe es el responsable del Código Ictus del SUR de la Comunidad de Madrid y trabaja mano a mano con el Hospital 12 de Octubre, alternando las semanas de atención. Asimismo, desde 2022 el HUG cuenta con una Unidad de Ictus que proporciona tratamiento a los pacientes en los primera etapa de la fase aguda de esta enfermedad.

IV Jornada de puertas abiertas para futuros residentes

La IV Jornada de Puertas Abiertas para Futuros Residentes se ha celebrado hoy 22 de marzo en el Salón de Actos del Hospital Universitario de Getafe. Este evento ha sido inaugurado por  la Directora Médica del Hospital, la Dra. Rosa Carmen Fernández Lobato; Dª. Patricia Rodríguez Lega, la Directora de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe, y el Dr. José Luis Fernández Casado, el Presidente de la Comisión de Docencia.

La Directora Médica del HUG pone en valor los servicios del hospital y el buen funcionamiento del centro

La primera intervención de esta sesión ha ido de la mano de la Directora Médica, la Dra. Rosa Carmen Fernández Lobato, que se ha centrado en presentar a los futuros residentes que han participado en la jornada cómo es el Hospital Universitario de Getafe. Ha explicado que se trata de un Hospital de Nivel 2, que, a pesar de estar considerado de este nivel, es un tanto especial, ya que en él sí que se hacen cirugías de referencia y cuenta con los Servicios de Pediatría, Obstetricia y Psiquiatría, que es uno de los indicadores que marca la complejidad del centro. “Nuestro Hospital se encuentra un poco a caballo entre los de gran complejidad y de menos complejidad”, ha querido simplificar la Doctora. En este centro, no se distribuyen las áreas exclusivamente por Servicios, sino que prevalecen las unidades de cuidados, donde se destacan los cuidados de enfermería. Además de estas unidades de especialización, el Hospital de Getafe cuenta con diferentes códigos, como el de Ictus, con una unidad que comenzó a funcionar en julio de 2022, el código de sepsis y crisis epilépticas, entre otros.  

La Dra. Fernández Lobato ha indicado que el Hospital Universitario de Getafe, es un complejo de referencia de la red sur de la Comunidad de Madrid, del que otros hospitales dependen también, en función de la especialidad. Por ello, su área de actuación es similar a la del Hospital Doce de Octubre. Asimismo, es un centro de referencia nivel nacional gracias a su Unidad de Grandes Quemados, a la que se derivan pacientes quemados de diferentes puntos de la geografía española. Por otro lado, es el segundo núcleo de referencia, junto con el Hospital Gregorio Marañón, para la atención de los pacientes del especto autista (TEA) con la nueva unidad AMI-TEA que aporta una atención personalizada y un acompañamiento más exhaustivo para estas personas cuando acuden a citas médicas.

Dra. Rosa Carmen Fernández Lobato, Directora Médica del HUG

Por otro lado, cabe destacar que, tal y como ha señalado la Doctora, el Hospital vela por la comodidad y la atención óptima del paciente, por lo que incorpora a su cartera de servicios la atención sanitaria y el ingreso médico en el domicilio, extendido desde enero de este año, al Servicio de Psiquiatría, con intervenciones, por parte de un equipo formado por una psiquiatra y una enfermera, en las casas de los pacientes con el objetivo de que se recuperen en sus hogares manteniendo en la medida de lo posible sus rutinas, a la vez que se vuelven más partícipes de su recuperación, siendo sujetos activos a la hora de, por ejemplo, tomar la medicación.

Como pilares fundamentales que sostienen el hospital, la Directora Médica ha querido destacar la atención asistencial que busca siempre “un plus de calidad”. Resalta también, por el gran compromiso social, con el mantenimiento de una economía circular que da importancia al reciclaje y cuida la eliminación de los residuos. Del mismo modo, se ha recordado la provechosa colaboración con Airbus y la metodología Lean para la gestión de grupos de trabajo que permiten mejorar la gestión.

Por último, ha recordado que el Hospital Universitario de Getafe es un centro en el que prima el trato humano, donde todas las personas que hacen que funcione son igualmente importantes y donde la satisfacción del paciente es lo principal. Lo ha descrito como un complejo con un enorme interés en la investigación, especialmente destacado por su Fundación para la Investigación Biomédica, en la innovación y en la docencia, donde se forma de forma continuada. Finalmente, se ha dirigido a los residentes describiéndolos como el “futuro y un estímulo, que ayudan a aprender y a desaprender aquellas cosas menos importantes” y les ha asegurado un gran prestigio y una carrera prometedora que pueden cultivar en este hospital.

La Directora de la Fundación para la Investigación Biomédica del HUG ha destacado la importancia de contar con esta unidad de investigación y ha explicado las actividades que se realizan en ella

Durante su turno, Dª. Patricia Rodríguez Lega, Directora de la Fundación para la Investigación Biomédica del HUG, ha destacado la relevancia de disponer en el hospital de este instituto de investigación, siendo el de Getafe el único de los hospitales de Nivel de complejidad 2 que disfruta de uno. Con la relevancia añadida de que tiene una alianza con el Hospital Universitario de la Paz.

Dª. Patricia Fernández Lega, Directora de la FIBHUG

Los principales objetivos de la Fundación, ha señalado su Directora, son promover la investigación de las áreas de la biomedicina, favoreciendo la innovación y la colaboración con otras entidades. De este modo, se podrá potenciar la calidad asistencial del paciente y la ampliación de la experiencia clínica gracias a la evaluación de los diversos tratamientos y enfoques médicos. Asimismo, se obtienen fondos que financian la actividad investigadora y se difunden, también, los resultados de estas.

Esta Fundación aglutina nueve grupos de investigación que abarcan campos de estudio diversos como los Cuidados Intensivos, el Envejecimiento y la Fragilidad, la Esclerosis Múltiple, o las Patologías Vasculares, entre otras. Patricia Rodríguez, ha expresado su deseo de poder ampliar estas nueve áreas a diez, con la inclusión de un grupo de investigación en Cirugía Plástica.

La FIBHUG dispone de un biobanco que se destina a almacenar, gestionar y distribuir muestras biológicas destinadas a la investigación. Se puede encontrar en ella la plataforma biológica celular y molecular, con una unidad de cultivos celulares, que permite experimentar con células de orígenes variados. La Directora de la FIBHUG ha querido también destacar que el HUG es el único del nivel 2 que dispone de una plataforma animal que cuenta con un animalario para la cría y estabulación de roedores, lagomorfos, ovinos y suidos. Dentro de esta plataforma también hay quirófanos experimentales para grandes animales, diseñados para procedimientos quirúrgicos relacionados con la docencia. Asimismo, la FIBHUG dispone de una plataforma histológica, de un Comité Ético de Experimentación Animal (CEEA) y de un Comité de Ética de la Investigación de Medicamentos (CEIM).

Como novedad, la Directora ha señalado la realización, desde el año pasado, de cursos de introducción a la investigación que se hacen desde la FIBHUG con la colaboración de la Comisión, que desde este año se dividen en los que van dirigidos a residentes y los que se destinan a personal más senior.

Desde la Comisión de Docencia se ha querido hacer hincapié en la formación continuada de los profesionales que se ofrece en el HUG

El Presidente de la Comisión de Docencia, el Dr. José Luis Fernández Casado, ha cerrado la sesión poniendo en valor dos detalles, tal y como él ha expresado. Por un lado, la importancia de disponer del Instituto de Investigación como una forma de abrir puertas a la llegada de becas a nivel internacional y nacional y, por otro, el prestigio que tiene el HUG como hospital de tamaño mediano, conocido por todo el mundo, en el que es relativamente fácil resolver cualquier problema.

Dr. José Luis Fernández Casado, Director de la Comisión de Docencia

Este prestigio es conseguido en parte en el año 2011, cuando el HUG se convierte en el primer hospital público de España en lograr el Sello de Excelencia 500+, tras ser sometido a una auditoría externa que evalúa nueve ámbitos de actuación y estructura de gestión por procesos, mediante un sistema de gestión de la calidad según la norma ISO 9001. “Esto lo tienen pocos hospitales” ha afirmado el Dr. Fernández Casado.

En cuanto a la formación, el Presidente de la Comisión de Docencia ha mostrado que el hospital acoge a “Residentes de Postgrado de Medicina, Enfermería, Biología, Química, Farmacia y Psicología; estudiantes de Medicina, Enfermería, Ingeniería Biomédica, Fisioterapia y Derecho; Formación profesional: Técnicos en auxiliar de enfermería, técnicos en anatomía patológica, técnicos radiodiagnóstico, técnicos de laboratorio clínico y administrativos, y, por último, Formación continuada de profesionales del propio Hospital”.

Además, la satisfacción de los residentes es máxima. Así lo ha contado, al final de la jornada, Ana Castel Herrera, R3 de Radiodiagnóstico del HUG, que ha definido su experiencia de residente en el HUG como “fantástica, con un equipo muy bueno, donde se sienten muy bien acompañados y cuidados. Y lo más importante”, ha querido destacar esta residente, “hay una alta capacidad de docencia que hace que nos convirtamos progresivamente en radiólogos”, en su caso, pero, en resumen, profesionales de la especialidad escogida por cada uno.

El Hospital de Getafe tiene la complejidad de una gran Hospital con las ventajas de ambos, del hospital pequeño y humano se queda con un trato personal y humano donde todo el personal se conoce, pero con una complejidad elevada que aporta un gran prestigio siendo lugar de referencia en diversas áreas. En definitiva, se trata de un centro sanitario que proporciona muchas oportunidades, una gran cantidad de facilidades y servicios, y una muy buena reputación, lo que lo convierte en un hospital más que idóneo para acoger a los futuros residentes.

Dr. José Ángel Lorente, Jefe del Servicio de Medicina Intensiva del HUG: “Un hospital sin investigación es un hospital pobre”

El Dr. José Ángel Lorente es el Jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Getafe y, ahora también, es Catedrático de Medicina Intensiva por la Universidad Europea. Dedica su día a día a los pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y en la Unidad de Grandes Quemados del HUG y saca tiempo, además, para la investigación.

Dr. José Ángel Lorente, Jefe del Servicio de Medicina Intensiva,

Durante sus estudios de Medicina, empezó a sentir un gran interés por la fisiología, lo que le llevó a especializarse en una disciplina muy exigente en cuanto al nivel de trabajo, tal y como la define el Doctor, y que implica un alto estándar de docencia y de asistencia. Desde el año 1992 trabaja en el Hospital Universitario de Getafe donde está implicado enormemente en el cuidado de los enfermemos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y en la Unidad de Quemados.

PREGUNTA: ¿Por qué escogiste la Medicina Intensiva y qué te aporta en tu día a día?

RESPUESTA: La medicina intensiva es una especialidad muy interesante por varias razones. Una es que se trata de una especialidad que tiene mucha relación con la fisiología y la fisiopatología, y cualquier médico al que le guste esta disciplina va a tener aquí una oportunidad de satisfacer esa inquietud.

Es muy gratificante en el sentido de que el efecto de las intervenciones que se implementan es generalmente muy, muy rápido. Suceden en días, horas o minutos. Y esta es una característica también interesante de la medicina intensiva, es muy dinámica. Los problemas que nos planteamos cada día son muy diferentes y eso hace que cada día sea muy distinto, no hay día igual al anterior. Al final, todo depende de la evolución de los pacientes y de los que lleguen nuevos. Pienso que es el sitio más interesante para trabajar, en general, y, dentro del hospital, también es la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), porque es muy cambiante, es muy dinámica. También, exige una un estado de atención muy alto para identificar los problemas.

Otra peculiaridad es que la especialidad se ha hecho muy compleja, quizá en las últimas dos décadas, por el uso de nuevos sistemas de monitorización. Tenemos que conocer uso de técnicas de diagnósticas y de monitorización que exigen una formación especial y continuada, no solo en el manejo de las herramientas, pero también en manejo del enfermo crítico.

P: ¿En qué consiste el trabajo diario de un médico intensivista?

R: Nuestro trabajo diario consiste inicialmente en el conocimiento detallado de la situación de cada enfermo de ese día, eso lo hacemos en una sesión de la mañana. Esa sesión es muy importante porque se mencionan y se discuten cambios que ha habido en los pacientes el día anterior durante la noche con más detalle en los pacientes que han ingresado y se hace un plan con esos pacientes para ese. Esto exige, pues, un examen detallado de la situación del paciente, el examen físico, los análisis de ese día. La especialidad nuestra tiene la peculiaridad de que la situación del enfermo es muy cambiante. Por eso hay que ver a los pacientes con detalle durante la jornada laboral y, a veces, hay que reexaminarlos durante la guardia.

Nuestro trabajo tiene, también, la peculiaridad de que, debido a la característica de los pacientes, con frecuencia requieren procedimientos que se hacen en la UCI, como monitorización cardiovascular, canalización de vías para el tratamiento y monitorización, monitorización de otros aspectos de la disfunción de órganos, de la función cerebral, etcétera. A menudo, hay que acompañar al paciente a hacer pruebas de imagen, al servicio de Radiología y algunos requieren de intervenciones quirúrgicas. El enfermo es muy dinámico y requiere de mucha atención y de una toma de decisiones frecuente y rápida. Otra peculiaridad es que esto sucede durante las 24 horas del día, durante las horas de la jornada, pero también durante la tarde y la noche, en las guardias.

Por razones asistenciales y también formativas, tenemos otra sesión a las 13:00 H en la que de forma más detallada que en la anterior, se discuten los problemas de los pacientes uno por uno. Y, después de esta reunión se terminan las tareas que estén pendientes.

El enfermo crítico es muy dinámico y requiere de mucha atención y de una toma de decisiones frecuente y rápida.

P: ¿Qué exigencias tiene el trabajo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)?

R: La UCI es una unidad especial en el hospital que forma parte del Servicio de Medicina Intensiva. El trabajo nuestro tiene vario aspectos, como en otras especialidades, de asistencia a la docencia y la investigación. Queremos desarrollar las tres de forma excelente. Lo principal es ver a los pacientes y atenderles bien siempre con las herramientas más actualizadas de que dispongamos. Y de la mano de la asistencia va a la docencia y la investigación, no son cosas contrapuestas ni independientes, sino que están muy relacionadas y, de hecho pensamos que tener investigación también es excelente.

La asistencia en la UCI, en nuestro caso, incluye la de enfermos polivalentes. En una UCI general tenemos 18 camas y es una UCI de una complejidad elevada porque somos referencian de diferentes especialidades para otras áreas de salud, cirugía de tórax, neurocirugía, cirugía vascular y muy particularmente para enfermos quemados. Tenemos enfermos quemados de otras provincias del país que ingresan en una en una parte de la UCI que está físicamente separada, que es la Unidad de Grandes Quemados.

P: El Médico Intensivista no puede trabajar solo en la UCI. ¿Quiénes conforman el equipo que hace que esta unidad funcione?

R: La atención del enfermo crítico exige la colaboración íntima de otros profesionales. El médico hace su trabajo en colaboración muy estrecha con el personal de enfermería, con los auxiliares de enfermería, TCAES, y celadores. Los enfermeros y enfermeras de la UCI tienen una gran importancia ya que la evolución del enfermo crítico depende del cuidado de ellos. Son profesionales formados en la medicina intensiva y, en el caso del Hospital de Getafe, también, en grandes quemados.

Además, contamos con médicos y residentes en formación. Mantenemos una importante y estrecha colaboración con el servicio de farmacia para abordar el tratamiento farmacológico de los pacientes críticos.

P: La Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe es un centro de referencia para la asistencia e investigación de enfermos quemados. ¿Qué particularidades tiene?

R: La Unidad de Quemados en el contexto del servicio UCI implica retos especiales. Las características de nuestro trabajo que, ya suceden en la UCI, pues aquí son más importantes. La colaboración con el personal de enfermería es esencial. La evolución del enfermo depende de estos profesionales que están, además, especializados, en este caso especializadas porque son seis enfermeras, en el cuidado de las quemaduras. Por otro lado, también se colabora con otros especialistas como los cirujanos plásticos ya que el enfermo necesita repetidas intervenciones.

Los enfermos críticos son muy demandantes, pero el paciente quemado lo es si quiere más, debido a que necesita estas intervenciones repetidas que te mencionaba y son más inestables, ya que pueden experimentar complicaciones infecciosas muy graves, con necesidades de cuidados diferentes. Por ejemplo, en muchos casos, se prescribe la sedación diaria y esto exige una gran dedicación de tiempo por parte de los médicos.

P: El Médico Intensivista necesita actualizarse continuamente, ¿en qué medida consideras que esta especialidad debe dedicarle tiempo a la investigación?

R: La investigación es una parte de la tarea del médico intensivista. Todos los puestos estamos implicados en ella y, a pesar de que con frecuencia es difícil encontrar ese tiempo, es muy importante hacerlo. Es muy relevante para un hospital que se investigue, un hospital sin investigación es un hospital pobre, donde la asistencia es peor porque la investigación está unida a la calidad de esta. Además, es necesaria para los médicos porque es un estímulo y una forma de mantener una práctica actualizada y de no estancarse.

La medicina basada en la evidencia exige un estudio continuo y requiere de mucho rigor en la práctica, eso necesita que haya mucha discusión. No queremos que la práctica esté basada en la opinión o en prácticas no contrastadas que no estén demostradas, sino que queremos la mejor evidencia disponible para cada pregunta que nos hacemos, por eso necesitamos la investigación.

La homogeneidad de la práctica clínica es otro eje vertebral que queremos también que sea el sustento de la práctica, o sea, que el paciente, también por razones éticas, reciba el mismo tratamiento, independientemente del médico, concretamente, del equipo que atienda a ese paciente. Todos deben tener la misma oportunidad y de curarse independientemente del profesional que le atiende de forma inmediata. Creemos que esto es también un signo de calidad.

Es muy relevante para un hospital que se investigue, un hospital sin investigación es un hospital pobre.

P: Antes mencionaste que la Medicina Intensiva exige una formación continuada. ¿Cómo se materializa esto en el trabajo en el Hospital de Getafe?

R: Lo cierto es que el aspecto asistencial está muy, muy relacionado con el aspecto de formación. La más inmediata y diaria es la formación de posgrado. Tenemos residentes, dos por año que formamos en la especialidad. Estos residentes rotan en diferentes servicios fuera de la UCI, pero en cierto momento en la residencia, están aquí prácticamente full time durante 3 años. Y esa actividad de formación es continua durante 34 horas durante la mañana, durante y durante la guardia.

De manera más especial, también está la formación de pregrado. Tenemos estudiantes que rotan con nosotros de la Facultad de Medicina de la Universidad Europea de Madrid. Rotar en tercero y es muy interesante porque aquí ya tienen la oportunidad de adquirir formación sobre cómo valorar a un enfermo grave, a un enfermo crítico, cómo monitorizarle y cómo aplicar algo que ya en ese momento están aprendiendo en esos años precoces de la carrera, como es la fisiología. Por otro lado, tenemos estudiantes de sexto de carrera de una asignatura optativa que es de Medicina Intensiva, que es original.

P: ¿Cómo se cuida al paciente crítico una vez ha salido de la UCI? ¿Se hace un seguimiento desde Medicina Intensiva?

R: Este es un tema que quizá no se ha resuelto. Cuando se da el alta de la Unidad de Grandes quemados, por ejemplo, va a la planta de cirugía plástica y nosotros no la seguimos. Son enfermos cuyos problemas médicos han mejorado claramente, no tienen que estar en la UCI, pero requieren de mucha atención. Quizás sí se podría, al menos por un tiempo seguir el manejo de estos pacientes en la planta, pero no lo hacemos y no lo hace nadie.

P: Estas mejoras que experimentan los pacientes críticos en la UCI son esenciales, pero ¿cómo se recupera el paciente de las secuelas de la propia estancia en esta unidad?

R: Ahora nos hemos centrado mucho en la investigación científica de la especialidad, en lo que se llama desenlaces a largo plazo. ¿Por qué? Porque nos hemos dado cuenta de que, siendo desde luego muy importante el manejo agudo del enfermo durante la fase más crítica de la enfermedad, los enfermos que sobreviven tienen luego una evolución que se caracteriza por lo que se llama la enfermedad crítica crónica. Es la persistencia de un estado de gravedad, pero menos agudo, más prolongado en el tiempo, que tiene un correlato bioquímico y fisiopatológico que estamos conociendo mejor, que es la persistencia de un estado de inflamación más prolongado en el tiempo, pero menos marcado con cambios clínicos muy evidentes. Cambios como la debilidad crónica, a veces tetraparesia, debilidad muscular que tiene que ya empezamos a describir bien tiene un conveniente neuropático muy complejo. Por eso, se llama de una forma genérica debilidad adquirida en la UCI. Incluso se ha observado también un deterioro cognitivo parecido a la enfermedad de Alzheimer después de la estancia en la UCI.

Estamos viendo el impacto que tiene el tratamiento agudo, o sea, hemos demostrado ya que tiene un impacto en esos desenlaces a largo plazo que se observan durante las semanas, meses y años después del ingreso en la UCI. Está relacionado con el tratamiento que reciben en la UCI y esto es un tema de investigación muy interesante en el cual también estamos nosotros implicados. En la fase aguda nos centramos en la supervivencia, que antes era nuestro objetivo único, ahora lo sigue siendo, pero también queremos ver cómo sobrevive y cómo lo que hacemos tiene impacto en esa calidad de vida.

Los enfermos que sobreviven en la UCI tienen luego una evolución que se caracteriza por lo que se llama la enfermedad crítica crónica.

P: ¿Esta situación de la que hablas está inducida únicamente por la inmovilización del paciente o hay otros factores que influyen?

R: Claro, está en relación con inmovilización y, además, con tratamientos que reciben nuestros pacientes, con el tipo de ventilación mecánica o con la posibilidad de desarrollar una infección más grave. Una de ellas es la inmovilización, por eso ahora hemos intensificado la fisioterapia de los pacientes de UCI. Desde el momento del ingreso, tanto en la UCI General como en la unidad de grandes quemados, el enfermo es valorado por el médico rehabilitador, con el que queremos tener una colaboración más estrecha. Cuando obviamente es posible, de acuerdo con la situación del enfermo, no siempre se puede hacer en el primer momento del ingreso, pero sí, cuando se pueda se debe iniciar la fisioterapia gracias a un esfuerzo grande del servicio por el servicio de rehabilitación fisioterapeutas designados para la UCI. Esto es un avance reciente muy importante.