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Dr. José Ángel Lorente, Jefe del Servicio de Medicina Intensiva del HUG: “Un hospital sin investigación es un hospital pobre”

El Dr. José Ángel Lorente es el Jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Getafe y, ahora también, es Catedrático de Medicina Intensiva por la Universidad Europea. Dedica su día a día a los pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y en la Unidad de Grandes Quemados del HUG y saca tiempo, además, para la investigación.

Dr. José Ángel Lorente, Jefe del Servicio de Medicina Intensiva,

Durante sus estudios de Medicina, empezó a sentir un gran interés por la fisiología, lo que le llevó a especializarse en una disciplina muy exigente en cuanto al nivel de trabajo, tal y como la define el Doctor, y que implica un alto estándar de docencia y de asistencia. Desde el año 1992 trabaja en el Hospital Universitario de Getafe donde está implicado enormemente en el cuidado de los enfermemos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos y en la Unidad de Quemados.

PREGUNTA: ¿Por qué escogiste la Medicina Intensiva y qué te aporta en tu día a día?

RESPUESTA: La medicina intensiva es una especialidad muy interesante por varias razones. Una es que se trata de una especialidad que tiene mucha relación con la fisiología y la fisiopatología, y cualquier médico al que le guste esta disciplina va a tener aquí una oportunidad de satisfacer esa inquietud.

Es muy gratificante en el sentido de que el efecto de las intervenciones que se implementan es generalmente muy, muy rápido. Suceden en días, horas o minutos. Y esta es una característica también interesante de la medicina intensiva, es muy dinámica. Los problemas que nos planteamos cada día son muy diferentes y eso hace que cada día sea muy distinto, no hay día igual al anterior. Al final, todo depende de la evolución de los pacientes y de los que lleguen nuevos. Pienso que es el sitio más interesante para trabajar, en general, y, dentro del hospital, también es la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), porque es muy cambiante, es muy dinámica. También, exige una un estado de atención muy alto para identificar los problemas.

Otra peculiaridad es que la especialidad se ha hecho muy compleja, quizá en las últimas dos décadas, por el uso de nuevos sistemas de monitorización. Tenemos que conocer uso de técnicas de diagnósticas y de monitorización que exigen una formación especial y continuada, no solo en el manejo de las herramientas, pero también en manejo del enfermo crítico.

P: ¿En qué consiste el trabajo diario de un médico intensivista?

R: Nuestro trabajo diario consiste inicialmente en el conocimiento detallado de la situación de cada enfermo de ese día, eso lo hacemos en una sesión de la mañana. Esa sesión es muy importante porque se mencionan y se discuten cambios que ha habido en los pacientes el día anterior durante la noche con más detalle en los pacientes que han ingresado y se hace un plan con esos pacientes para ese. Esto exige, pues, un examen detallado de la situación del paciente, el examen físico, los análisis de ese día. La especialidad nuestra tiene la peculiaridad de que la situación del enfermo es muy cambiante. Por eso hay que ver a los pacientes con detalle durante la jornada laboral y, a veces, hay que reexaminarlos durante la guardia.

Nuestro trabajo tiene, también, la peculiaridad de que, debido a la característica de los pacientes, con frecuencia requieren procedimientos que se hacen en la UCI, como monitorización cardiovascular, canalización de vías para el tratamiento y monitorización, monitorización de otros aspectos de la disfunción de órganos, de la función cerebral, etcétera. A menudo, hay que acompañar al paciente a hacer pruebas de imagen, al servicio de Radiología y algunos requieren de intervenciones quirúrgicas. El enfermo es muy dinámico y requiere de mucha atención y de una toma de decisiones frecuente y rápida. Otra peculiaridad es que esto sucede durante las 24 horas del día, durante las horas de la jornada, pero también durante la tarde y la noche, en las guardias.

Por razones asistenciales y también formativas, tenemos otra sesión a las 13:00 H en la que de forma más detallada que en la anterior, se discuten los problemas de los pacientes uno por uno. Y, después de esta reunión se terminan las tareas que estén pendientes.

El enfermo crítico es muy dinámico y requiere de mucha atención y de una toma de decisiones frecuente y rápida.

P: ¿Qué exigencias tiene el trabajo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)?

R: La UCI es una unidad especial en el hospital que forma parte del Servicio de Medicina Intensiva. El trabajo nuestro tiene vario aspectos, como en otras especialidades, de asistencia a la docencia y la investigación. Queremos desarrollar las tres de forma excelente. Lo principal es ver a los pacientes y atenderles bien siempre con las herramientas más actualizadas de que dispongamos. Y de la mano de la asistencia va a la docencia y la investigación, no son cosas contrapuestas ni independientes, sino que están muy relacionadas y, de hecho pensamos que tener investigación también es excelente.

La asistencia en la UCI, en nuestro caso, incluye la de enfermos polivalentes. En una UCI general tenemos 18 camas y es una UCI de una complejidad elevada porque somos referencian de diferentes especialidades para otras áreas de salud, cirugía de tórax, neurocirugía, cirugía vascular y muy particularmente para enfermos quemados. Tenemos enfermos quemados de otras provincias del país que ingresan en una en una parte de la UCI que está físicamente separada, que es la Unidad de Grandes Quemados.

P: El Médico Intensivista no puede trabajar solo en la UCI. ¿Quiénes conforman el equipo que hace que esta unidad funcione?

R: La atención del enfermo crítico exige la colaboración íntima de otros profesionales. El médico hace su trabajo en colaboración muy estrecha con el personal de enfermería, con los auxiliares de enfermería, TCAES, y celadores. Los enfermeros y enfermeras de la UCI tienen una gran importancia ya que la evolución del enfermo crítico depende del cuidado de ellos. Son profesionales formados en la medicina intensiva y, en el caso del Hospital de Getafe, también, en grandes quemados.

Además, contamos con médicos y residentes en formación. Mantenemos una importante y estrecha colaboración con el servicio de farmacia para abordar el tratamiento farmacológico de los pacientes críticos.

P: La Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe es un centro de referencia para la asistencia e investigación de enfermos quemados. ¿Qué particularidades tiene?

R: La Unidad de Quemados en el contexto del servicio UCI implica retos especiales. Las características de nuestro trabajo que, ya suceden en la UCI, pues aquí son más importantes. La colaboración con el personal de enfermería es esencial. La evolución del enfermo depende de estos profesionales que están, además, especializados, en este caso especializadas porque son seis enfermeras, en el cuidado de las quemaduras. Por otro lado, también se colabora con otros especialistas como los cirujanos plásticos ya que el enfermo necesita repetidas intervenciones.

Los enfermos críticos son muy demandantes, pero el paciente quemado lo es si quiere más, debido a que necesita estas intervenciones repetidas que te mencionaba y son más inestables, ya que pueden experimentar complicaciones infecciosas muy graves, con necesidades de cuidados diferentes. Por ejemplo, en muchos casos, se prescribe la sedación diaria y esto exige una gran dedicación de tiempo por parte de los médicos.

P: El Médico Intensivista necesita actualizarse continuamente, ¿en qué medida consideras que esta especialidad debe dedicarle tiempo a la investigación?

R: La investigación es una parte de la tarea del médico intensivista. Todos los puestos estamos implicados en ella y, a pesar de que con frecuencia es difícil encontrar ese tiempo, es muy importante hacerlo. Es muy relevante para un hospital que se investigue, un hospital sin investigación es un hospital pobre, donde la asistencia es peor porque la investigación está unida a la calidad de esta. Además, es necesaria para los médicos porque es un estímulo y una forma de mantener una práctica actualizada y de no estancarse.

La medicina basada en la evidencia exige un estudio continuo y requiere de mucho rigor en la práctica, eso necesita que haya mucha discusión. No queremos que la práctica esté basada en la opinión o en prácticas no contrastadas que no estén demostradas, sino que queremos la mejor evidencia disponible para cada pregunta que nos hacemos, por eso necesitamos la investigación.

La homogeneidad de la práctica clínica es otro eje vertebral que queremos también que sea el sustento de la práctica, o sea, que el paciente, también por razones éticas, reciba el mismo tratamiento, independientemente del médico, concretamente, del equipo que atienda a ese paciente. Todos deben tener la misma oportunidad y de curarse independientemente del profesional que le atiende de forma inmediata. Creemos que esto es también un signo de calidad.

Es muy relevante para un hospital que se investigue, un hospital sin investigación es un hospital pobre.

P: Antes mencionaste que la Medicina Intensiva exige una formación continuada. ¿Cómo se materializa esto en el trabajo en el Hospital de Getafe?

R: Lo cierto es que el aspecto asistencial está muy, muy relacionado con el aspecto de formación. La más inmediata y diaria es la formación de posgrado. Tenemos residentes, dos por año que formamos en la especialidad. Estos residentes rotan en diferentes servicios fuera de la UCI, pero en cierto momento en la residencia, están aquí prácticamente full time durante 3 años. Y esa actividad de formación es continua durante 34 horas durante la mañana, durante y durante la guardia.

De manera más especial, también está la formación de pregrado. Tenemos estudiantes que rotan con nosotros de la Facultad de Medicina de la Universidad Europea de Madrid. Rotar en tercero y es muy interesante porque aquí ya tienen la oportunidad de adquirir formación sobre cómo valorar a un enfermo grave, a un enfermo crítico, cómo monitorizarle y cómo aplicar algo que ya en ese momento están aprendiendo en esos años precoces de la carrera, como es la fisiología. Por otro lado, tenemos estudiantes de sexto de carrera de una asignatura optativa que es de Medicina Intensiva, que es original.

P: ¿Cómo se cuida al paciente crítico una vez ha salido de la UCI? ¿Se hace un seguimiento desde Medicina Intensiva?

R: Este es un tema que quizá no se ha resuelto. Cuando se da el alta de la Unidad de Grandes quemados, por ejemplo, va a la planta de cirugía plástica y nosotros no la seguimos. Son enfermos cuyos problemas médicos han mejorado claramente, no tienen que estar en la UCI, pero requieren de mucha atención. Quizás sí se podría, al menos por un tiempo seguir el manejo de estos pacientes en la planta, pero no lo hacemos y no lo hace nadie.

P: Estas mejoras que experimentan los pacientes críticos en la UCI son esenciales, pero ¿cómo se recupera el paciente de las secuelas de la propia estancia en esta unidad?

R: Ahora nos hemos centrado mucho en la investigación científica de la especialidad, en lo que se llama desenlaces a largo plazo. ¿Por qué? Porque nos hemos dado cuenta de que, siendo desde luego muy importante el manejo agudo del enfermo durante la fase más crítica de la enfermedad, los enfermos que sobreviven tienen luego una evolución que se caracteriza por lo que se llama la enfermedad crítica crónica. Es la persistencia de un estado de gravedad, pero menos agudo, más prolongado en el tiempo, que tiene un correlato bioquímico y fisiopatológico que estamos conociendo mejor, que es la persistencia de un estado de inflamación más prolongado en el tiempo, pero menos marcado con cambios clínicos muy evidentes. Cambios como la debilidad crónica, a veces tetraparesia, debilidad muscular que tiene que ya empezamos a describir bien tiene un conveniente neuropático muy complejo. Por eso, se llama de una forma genérica debilidad adquirida en la UCI. Incluso se ha observado también un deterioro cognitivo parecido a la enfermedad de Alzheimer después de la estancia en la UCI.

Estamos viendo el impacto que tiene el tratamiento agudo, o sea, hemos demostrado ya que tiene un impacto en esos desenlaces a largo plazo que se observan durante las semanas, meses y años después del ingreso en la UCI. Está relacionado con el tratamiento que reciben en la UCI y esto es un tema de investigación muy interesante en el cual también estamos nosotros implicados. En la fase aguda nos centramos en la supervivencia, que antes era nuestro objetivo único, ahora lo sigue siendo, pero también queremos ver cómo sobrevive y cómo lo que hacemos tiene impacto en esa calidad de vida.

Los enfermos que sobreviven en la UCI tienen luego una evolución que se caracteriza por lo que se llama la enfermedad crítica crónica.

P: ¿Esta situación de la que hablas está inducida únicamente por la inmovilización del paciente o hay otros factores que influyen?

R: Claro, está en relación con inmovilización y, además, con tratamientos que reciben nuestros pacientes, con el tipo de ventilación mecánica o con la posibilidad de desarrollar una infección más grave. Una de ellas es la inmovilización, por eso ahora hemos intensificado la fisioterapia de los pacientes de UCI. Desde el momento del ingreso, tanto en la UCI General como en la unidad de grandes quemados, el enfermo es valorado por el médico rehabilitador, con el que queremos tener una colaboración más estrecha. Cuando obviamente es posible, de acuerdo con la situación del enfermo, no siempre se puede hacer en el primer momento del ingreso, pero sí, cuando se pueda se debe iniciar la fisioterapia gracias a un esfuerzo grande del servicio por el servicio de rehabilitación fisioterapeutas designados para la UCI. Esto es un avance reciente muy importante.

La fundación L.A.I.R convoca dos premios a la investigación en el campo de las enfermedades sistémicas de base inmunológica

La Fundación L.A.I.R, dedicada a la investigación y a la formación de investigadores en el campo de la respuesta inmune, convoca el premio a a la mejor tesis doctoral y el premio al mejor artículo científico.

VIII Convocatoria de Premios a la Mejor Tesis Doctoral «Dra. Menéndez»

La Fundación L.A.I.R otorga el premio «Dra. Menéndez» a la Mejor Tesis Doctoral en el ámbito de las enfermedades sistémicas de base inmunológica. Así, se pretende recompensar el esfuerzo y el compromiso puestos a la hora de trabajar en una tesis doctoral, reconociendo la implicación de los doctorandos y colaborando en la difusión de los resultados.

Las Tesis Doctorales que son aptas para participar en la convocatoria son aquellas que se hayan defendido en una institución española entre el 1 de Septiembre de 2022 a 31 de Julio de 2023, ambos incluidos. Tienen que estar relacionadas con el ámbito de las enfermedades sistémicas de base inmunológica.

El plazo para presentar la solicitud finaliza el 15 de abril de 2024. Los participantes deben enviar la documentación que se indica a continuación a través de https://wetransfer.com/ al correo electrónico
convocatoriaslair@cilsp.com:

  • Formulario de solicitud cumplimentado, en el que se facilitarán los datos de contacto y un breve resumen en el que el autor explique el contenido de la tesis y sus contribuciones más relevantes en el área de estudio.
  • Copia del manuscrito de la tesis doctoral en formato PDF
  • Copia de aquellas evidencias que indiquen de manera objetiva la calidad del trabajo presentado (artículos en revistas científicas, con el DOI; comunicaciones a congresos, distinciones…)
  • Copia del DNI o pasaporte
  • CV Normalizado Abreviado del autor
  • Certificación del título de Doctor tras la lectura de la tesis doctoral

El premio está valorado en 3.000€ y el ganador también recibirá un diploma acreditativo.

  • Para ver la convocatoria accede al siguiente enlace
  • El formulario de solicitud puedes encontrarlo aquí

XI Convocatoria de Premios a la Mejor Investigación «Profesor Durantez»

La Fundación L.A.I.R concede el premio «Profesor Durantez» al mejor artículo original de investigación en el campo de las enfermedades sistémicas de base inmunológica.

Los artículos propuestos deben haber sido publicados en una revista indexada durante el año 2023. Deben centrarse en una investigación (básica o clínica) del ámbito de las enfermedades sistémicas de base inmunológica. Los candidatos deben ser investigadores que desarrollen su actividad en centros de investigación españoles. Para ser aptos a esta convocatoria, cada participante solo puede enviar un solo trabajo y debe ser el primer firmante de un artículo científico original relacionado con la materia que se ha especificado anteriormente, indexado en Medline, y con fecha de publicación electrónica del año 2023.

Al igual que con el premio a la mejor tesis doctoral, el plazo de presentación de solicitudes finaliza el 15 de abril de 2024. Los participantes deben enviar la documentación que se indica a continuación a través de https://wetransfer.com/ al correo electrónico
convocatoriaslair@cilsp.com:

  • Formulario solicitud cumplimentado
  • Copia del DNI/pasaporte del solicitante.
  • Artículo científico en formato PDF.
  • CV normalizado abreviado (MEC, ISCII o similar) del primer firmante del trabajo en formato PDF.

El valor del premio es el mismo que en el que se otorga en la categoría de Tesis Doctoral, 3.000€, además de un diploma acreditativo a todos los firmantes del artículo.

  • Para ver la convocatoria accede al siguiente enlace
  • El formulario de solicitud puedes encontrarlo aquí

Criterios de evaluación de sendas convocatorias

Las solicitudes son tenidas en cuenta por el Consejo Rector de la Fundación, órgano que las aprueba y que escoge a un único ganador por categoría según unos criterios de calidad y relevancia de los trabajos. En el caso de la convocatoria «Profesor Durantez», se excluirán los artículos de revisión, cartas, notas clínicas, imágenes y editoriales. Esta decisión es inapelable y el fallo se notificará al premiado mediante una comunicación electrónica antes del día 15 de mayo de 2024. También, se publicará en la web de la Fundación L.A.I.R.

La entrega del premio se hará durante la celebración de la Sesión Científica anual de la Fundación L.A.I.R. El ganador debe presentar su trabajo durante este acto.

El nuevo programa de atención psiquiátrica a domicilio del Hospital Universitario de Getafe hace un seguimiento de estos pacientes desde sus hogares

Un equipo conformado por una psiquiatra, Diana Batet, y por una enfermera especializada en Salud Mental, Teresa Ávila, ambas del Hospital Universitario de Getafe, ha puesto en marcha en este complejo el nuevo programa de la Comunidad de Madrid de atención psiquiátrica a domicilio.  

De lunes a viernes y desde el pasado 8 de enero, esta psiquiatra y esta enfermera atienden a los pacientes hospitalizados en sus casas. Estos ingresos son de personas que se encuentran en una fase de descompensación aguda o que tienen una primera crisis de salud mental, como un episodio psicótico, maníaco o depresivo. No obstante, no todos los pacientes pueden participar ya que, si el riesgo autolítico es elevado, tienen riesgo de suicidio o están con un consumo activo de tóxicos que interfiera en la clínica del paciente, no están contemplados dentro de los posibles participantes de este programa.

Las ventajas de este nuevo programa son varias. En primer lugar, al estar en sus casas “tienen un trato más familiar, más cómodo”, explica Diana Batet, “hay ciertas incomodidades al estar en un hospital, como compartir baño, que así se evitan”. Además, tanto los pacientes como las sanitarias pueden estar en contacto con su entorno y con las familias, que pueden intervenir. Del mismo modo, el paciente tiene un papel más activo, “es más responsable a la hora de tomar la medicación y, a la vez, continúa su día normalmente: hacen su comida, se duchan, las tareas de la casa, etc.”, añade la psiquiatra. Para el personal sanitario, este sistema es ventajoso porque se puede observar al paciente en su rutina diaria y apreciar más fácilmente las dificultades a las que se enfrenta y que, incluso, pueden haber interferido en la crisis. “Pueden ser barreras a la hora de acceder a la medicación o situaciones de estrés que tengan que ver con el propio manejo del paciente en el domicilio. Verlo in situ en el domicilio nos permite trabaja de forma más directa”, comenta Diana Batet.

Todos los cuidados que el paciente tendría en planta están cubiertos en su ingreso domiciliario. “Se cubren todos los cuidados que tendría en planta, no solo la entrevista con psiquiatra o la valoración de la enfermera, sino también del tema somático, constantes en cada visita, analítica, etc.”, relata Teresa Ávila.

Acceder a este recurso se hace a través de las Urgencias del hospital, la Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría o bien desde el centro de Salud Mental. Con este programa, los pacientes integran su situación dentro de su día a día. No se contempla como una circunstancia abrupta, como lo es el ingreso hospitalario, y se evita el sentimiento de aislamiento. Asimismo, “el ingreso doméstico permite una continuidad de cuidados bastante buena”, cuenta Teresa Ávila, y la red de cuidados se intensifica haciendo que estos pacientes se sientan más arropados y sujetos por esta forma de cuidados que incluso permite que se fidelicen en mayor grado con el sistema de salud.

Día Internacional de la Mujer

La Fundación para la Investigación Biomédica se suma a la celebración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, destacando la labor de las mujeres que trabajan e investigan en ella y poniendo en valor su trabajo y sus capacidades.

El 8M, breve historia

El día 8 de marzo resalta en el calendario desde hace más de 100 años como una fecha para celebrar los derechos conseguidos por las mujeres. Tras la Revolución Industrial a finales del siglo XIX, en un contexto de transformación económica y del trabajo, las mujeres se encuentran con una situación de explotación en el entorno laboral sin ninguna ley que las protegiese. Con una huelga de trabajadoras del textil, garment workers, en Nueva York el 8 de marzo de 1857 que concluyó con 120 mujeres asesinadas a manos de la policía, se podría decir que empezó toda la lucha de las mujeres por sus derechos y por mejorar su situación. En España, desde 1936 se conmemoraba, pero de forma discreta, y en 1978 se convocó la primera manifestación autorizada por el Día de la Mujer, celebrado por la Naciones Unidas desde 1975.

Desigualdad en los estudios y en las carreras de investigación

Ya lo contábamos en el Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Las científicas, según los datos de 2018 del Informe sobre Ciencia de la UNESCO suponían en todo el mundo tan solo el 33% del personal de investigación con una reducción en la representación a medida que se avanzaba en la carrera investigadora mientras que la de los hombres crecía. Un fenómeno que recordamos se conoce como la “tubería que gotea”, producido por factores como la “inestabilidad, dedicación, movilidad, competitividad y dificultades para acceder a financiación” recogidos en el informe sobre la Situación de las Jóvenes Investigadoras en España. Además, los roles de género sometían sus profesiones y trabajos STEM y el papel impuesto histórica y socialmente de cuidadoras, tanto de hijos como de mayores a su cargo, limita la progresión y el crecimiento de sus carreras.

Del mismo modo, esta situación es aún más alarmante cuando observas que las mujeres tienen una representación mayor que los hombres en las carreras universitarias excepto en la de Ingeniería y Arquitectura. En la rama de Ciencias de la Salud, en el curso 2021-2022, eran el 71,8% del total de matriculados y, en Ciencias, eran más un poco más de la mitad de los alumnos, un 60,6%.

Las científicas también se ven discriminadas por razones de sexo y experimentan en sus entornos laborales acoso sexual. Este acoso sexista puede ser por razón de sexo, por atención sexual no deseada y por coacción sexual. Estos son comportamientos que independiente de si se hacen en función del sexo de la persona o son de naturaleza sexual, el objetivo último es atentar contra la dignidad de la víctima ahogándola en un entorno intimidatorio, degradante y ofensivo.

Las mujeres científicas tienen experiencias laborales más negativas que sus compañeros varones, según el Estudio sobre la situación de las jóvenes investigadoras en España. Sufren discriminación de género, la derogación de este y sexismo. Además, el acoso sexual está a la orden del día en la ciencia, medicina, ingeniería y tecnología, con el mayor en aquellas mujeres que están racializadas y que pertenecen a colectivos LGTBI. De acuerdo con una encuesta realizada por la Unión Europea, las mujeres sufren en mayores ocasiones acoso sexual verbal e insinuaciones sexuales amenazantes.

¿Cómo podemos dejar de favorecer entornos laborales hostiles para las mujeres? El clima organizacional es un factor importante que puede favorecer y, por tanto, acabar con el acoso sexual y por razón de sexo. Por ejemplo, se puede luchar por la paridad en las plantillas, dejando de lado las que están masculinizadas, pues se crea un ambiente más cómodo para ellas y con personal igualmente competente y cualificado. También, imponer una política de tolerancia cero al acoso o humillaciones que no inviten a actuar ni protejan a los acosadores.

Sesgos de género en Medicina

En el año 1991, The New England Journal of Medicine publicó un artículo en el que se señalaba una diferencia notable en el número de angiografías coronarias que se realizaban a los pacientes masculinos que, a las mujeres, siendo más elevado el de los primeros que el de las segundas. A partir de ese momento, empezó a popularizarse el concepto de sesgo de género en medicina y en la atención sanitaria que se manifiesta cuando ante la misma necesidad sanitaria, se realiza un esfuerzo superior o diferente de diagnóstico o tratamiento para uno de los dos sexos, comúnmente, para los hombres agrandando las desigualdades en salud.

A medida que aumentaba la consciencia sobre este asunto, también lo hacía las evidencias de que ocurría. Otra revista, Nature Communications, reveló en el año 2019 que, en al menos 700 enfermedades, las mujeres recibían un mayor retraso diagnóstico que los hombres con los consecuentes errores en la estrategia terapéutica incidiendo en la morbilidad y mortalidad. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que a pesar de que la esperanza de vida es mayor en ellas que en los hombres, la morbilidad es más elevada en las mujeres.

Estas desigualdades vienen de la mano de una cultura y sociedad que está cortada por un patrón masculino que, en temas de salud, las diferencias biológicas entre hombres y mujeres que conllevan cambios, por ejemplo, en la manifestación de síntomas de una misma enfermedad, sean desconocidos y nada divulgados. También, tienen que ver con que los roles y el contexto social son condicionantes que influyen la forma en la que enferman las mujeres y en la que piden ayuda. En ocasiones, se minimizan y desprecian los síntomas que padecen estas y se justifican con causas emocionales o psicosomáticas. Por otro lado, se ha denunciado también la poca presencia de mujeres en estudios clínicos.

Durante la III Jornada de actualización y Consenso para Ginecología y Atención Primaria que se celebró en febrero en el Hospital Universitario de Getafe, la Dra. Elena Polentinos, Médico de Familia de la Unidad de Investigación de Gerencia Asistencial de Atención Primaria, con la finalidad de luchar contra el sesgo de género en medicina, señaló la importancia de considerar a la persona como sujeto activo en su proceso de salud y de devolverle la palabra, especialmente a las mujeres a través de una escucha activa.

La violencia de género continúa siendo un problema estructural

En un día como el 8 de marzo, es necesario también poner atención en la violencia de género, un problema estructural que se materializa en el asesinato de 1.245 mujeres en 20 años, desde 2003, según los datos del Ministerio de Igualdad. En lo que llevamos de año 2024, el número de mujeres asesinadas es de 5 y el de niños huérfanos es de 6, 438 desde 2013.

Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe, continúa trabajando por lograr la igualdad de género y se solidariza con las situaciones desfavorables de las mujeres. Asimismo, lucha por la igualdad de oportunidades y se enorgullece del trabajo de las investigadoras de la Fundación que contribuyen cada día al progreso de la ciencia y medicina.

V Jornada de actualización de Insuficiencia Cardíaca

El Hospital Universitario de Getafe (HUG) y la Fundación para la Investigación Biomédica del HUG celebran la V Jornada de actualización sobre Insuficiencia Cardíaca (IC) organizada por la Sociedad Castellana de Cardiología. Este acto tendrá lugar el día 24 de abril en el Salón de Actos del Hospital. Comenzará a las 8:45 horas de la mañana y tiene prevista su clausura a las 18:00 horas.

Los participantes deberán completar su inscripción antes del 17 de abril de 2024. Para hacerlo, tienen que enviar al correo secretaria@castellanacardio.es los siguientes datos:

  • Nombre completo
  • DNI
  • MIR/FEA/DUE
  • Especialidad
  • Lugar de trabajo

Esta sesión está coordinada por Jesús Casado Cerrada, de Medicina Interna del HUG, por Jesús Perea Egido de Cardiología del HUG y por Marta Checa López de Geriatría del Hospital. Durante esta jornada, se hablará de la utilidad de los biomarcadores en práctica clínica, se hará una actualización de las patologías frecuentes en insuficiencia cardíaca como la obesidad o ferropenia. Además, se hará un abordaje práctico para mostrar la forma más optima de aplicar ciertos tratamientos.

Tras el descanso, se hará una aproximación de la insuficiencia cardíaca en pacientes geriátricos y de los cuidados desde enfermería a las personas con IC. Del mismo modo, se pondrá atención en la actuación en Atención Primaria y la coordinación con el hospital. También se abordará la situación de los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada y unas orientaciones sobre cómo actuar. Para finalizar, antes de las conclusiones de la jornada, varios especialistas en Cardiología se centrarán en el manejo de miocardiopatías en IC.

Esta cita contará con profesionales sanitarios del Hospital Universitario de Getafe y con otros procedentes de diversos centros de salud y hospitales de la Comunidad de Madrid.

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