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Federico Jiménez Losantos entrevista al doctor Llanes, jefe de Urología del Hospital de Getafe

El doctor Luis Llanes, Jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe, ha acudido al programa de esRadio para hablar sobre la próstata: qué es, dónde está y cómo evoluciona a través de los años.

De izqda. a dcha.: Isabel González, Federico Jiménez Losantos, el Dr. Luis Llanes y el Dr. Enrique de la Morena.
De izqda. a dcha.: Isabel González, Federico Jiménez Losantos, el Dr. Luis Llanes y el Dr. Enrique de la Morena.

El Jefe del servicio de Urología del Hospital Universitario de Getafe, el doctor Luis Llanes, ha visitado el programa de Federico Jiménez Losantos, en esRadio,  para hablar sobre la próstata y fomentar las revisiones anuales a partir de los 50 años, o desde los 45, si hay antecedentes familiares.

“Existe mucho miedo entre los hombres con el tema de la próstata y la revisión rectal y por eso está con nosotros Luis Llanes, jefe del Servicio de Urología del Hospital de Getafe, Licenciado y doctor en Medicina y Cirugía y Profesor de la Universidad Francisco de Vitoria”, ha comenzado el famoso locutor de radio.

El doctor Llanes ha querido aclarar que “la próstata es una glándula sexual, que se sitúa justo debajo de la vejiga, abraza la uretra y su función es nutrir a los espermatozoides. Tiene una función clara en la reproducción y puede presentar algunos problemas derivados de la edad”.

Los problemas más comunes

Precisamente, la elevada esperanza de vida de los hombres en nuestro país y el crecimiento constante de la próstata puede llevar a que “a partir de los 80 años, el 30% de los varones presente una hiperplasia prostática”. Es decir, una inflamación excesiva de esta glándula que depende del estímulo de la testosterona, pero hay otros factores que influyen en el desarrollo excesivo de la próstata, como fenómenos inflamatorios, factores de crecimiento y factores genéticos.

El doctor Llanes ha querido aclarar que tener molestias o padecer hiperplasia no tiene nada que ver con el cáncer de próstata. De hecho, “el cáncer de próstata, por sí mismo, no produce síntomas. Los síntomas vienen de la hiperplasia prostática. Una cosa no lleva a la otra, ni mucho menos”.

Tratamiento farmacológico

Cuando los síntomas de la inflamación de la próstata son moderados podemos combatirlos con fármacos. Los fármacos pueden ser de tres tipos: derivados de plantas con efecto antiinflamatorio, fármacos que relajan el músculo y facilitan la micción y, por último, los que actúan sobre los andrógenos.

Históricamente, se ha dicho que el problema de los varones para orinar era la próstata, pero las revisiones periódicas siguen siendo un tema tabú que hay que normalizar. “La inflamación se puede prevenir y también tiene tratamiento. Los síntomas, que los médicos llamamos disuria, son muy molestos para quien los sufre: dolor, quemazón, chorro débil y entrecortado. Sin duda, cuando aparezca alguno de ellos, hay que acudir al médico”, asegura el doctor.

Cirugía

Hace años, los pacientes que sufrían esta dolencia tenían que esperar mucho tiempo antes de ser operados. Ahora, ya no es así. “Se opera con láser, básicamente, aunque hay otras técnicas. Y ya no es necesario esperar a que la inflamación sea severa. Es una intervención bastante rápida, de una hora aproximadamente. Y la recuperación es casi inmediata en la mayoría de los pacientes”.

El jefe del servicio de Urología del HUG asegura que hay que recurrir a la cirugía cuando “no se puede orinar por la inflamación de la próstata, si existe sangrado, infecciones de repetición, piedras en la vejiga por el mal vaciado de la orina y cuando no se quiera depender de una medicación de larga duración, que provoque efectos secundarios”.

La mejor garantía de que se ha producido un gran avance en todo lo relacionado con este tema es que se operan pacientes a diario y, superado el periodo de cicatrización, “nos aseguran que es lo mejor que han hecho nunca”.

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DÍA MUNDIAL DE SALUD MENTAL 2023

Como cada 10 de octubre, hoy se celebra el Día Mundial de la salud mental, uno de los principales retos de la I+D+I biomédica y sanitaria, que este año ha elegido el lema “Salud mental, salud mundial: un derecho universal”.

Su Majestad la Reina doña Letizia presidirá el acto institucional organizado por la Confederación Salud Mental España, en colaboración con la Fundación Once y el Ministerio de Derechos Sociales, donde se reivindicarán públicamente los derechos de este colectivo y se leerá el Manifiesto de Salud Mental.

La prevención, promoción, detección, tratamiento y recuperación son los ejes fundamentales para la atención de estos pacientes. Ellos, al igual que sus familiares, los profesionales sanitarios y los colectivos de Salud Mental, merecen el máximo apoyo y reconocimiento.  

Las asociaciones de pacientes defienden el derecho al bienestar y a la participación en una sociedad respetuosa con la salud.  Por todo ello, hoy se organizan jornadas, actividades, encuentros institucionales, actos reivindicativos, mesas informativas y campañas de sensibilización en todos los puntos de nuestro país.

Desde la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) inciden en que la salud mental “se ha posicionado como un problema prioritario de salud pública dado el incremento de la demanda de atención en este ámbito, especialmente tras la pandemia de la Covid-19”.

El presidente de la SEPSM, Manuel Martín, ha destacado que en España “hay en la actualidad 4.393 psiquiatras en la red pública de atención a la salud mental, lo que supone una ratio de 9,27 psiquiatras por cada 100.000 habitantes”, algo que “deja a España lejos de la media de otros países europeos”. “La falta de profesionales de salud mental (no solo de psiquiatras, sino también de psicólogos clínicos y de enfermeras especialistas en salud mental) conlleva un déficit de recursos para apoyar a las personas con trastornos mentales”, ha finalizado.

Sin embargo, en la Comunidad de Madrid se abrió el pasado mes de marzo un Hospital de Día de Salud Mental para Adolescentes en Getafe, el décimo de estas características que da servicio en la región. El centro, dependiente del Hospital público de Getafe, ofrece tratamiento a jóvenes de entre 12 y 18 años con diagnóstico de trastorno mental grave o absentismo escolar grave.

Con este nuevo recurso en marcha en Getafe, ya son 10 los Hospitales de Día de Salud Mental para Adolescentes existentes en la Comunidad de Madrid: Hospital Universitario José Germain, 12 de Octubre, Infanta Leonor, Niño Jesús, Gregorio Marañón, en Madrid capital, y el Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares) y el Puerta de Hierro (Majadahonda).

Además, el Plan de Salud Mental y Adicciones 2022/24 prevé la entrada en funcionamiento de tres más: dos en el Hospital Clínico San Carlos –uno específico para población infantil- y la consolidación del recurso puesto en marcha durante la pandemia por Covid, en el Hospital La Paz.

Por otro lado, el Servicio Madrileño de Salud cuenta con unidades de hospitalización psiquiátrica infantil en los hospitales públicos Niño Jesús, Gregorio Marañón, Puerta de Hierro Majadahonda y 12 de Octubre.  

La inversión realizada y la ampliación de profesionales está enmarcada en el Plan Estratégico de Salud Mental y Adicciones de la Comunidad de Madrid 2022/24, que incluye la contratación de 370 profesionales especialistas en Psiquiatría, Psicología clínica, Enfermería y Terapia ocupacional, con una dotación presupuestaria de más de 45 millones de euros.

Hoy celebramos el Día del Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico

Hoy, 9 de octubre, celebramos el Día del Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico.

Desde la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe queremos dar las gracias a estos profesionales por su labor diaria.

Vivimos en un mundo en el que la esperanza de vida cada vez es más elevada gracias a los avances en medicina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el promedio de la esperanza de vida en España es de 83,1 años (80,3 años los hombres y 85,8 las mujeres).

La investigación es fundamental para encontrar la cura de muchas enfermedades y alargar la esperanza de vida. Y, para conseguir resultados, el trabajo de los técnicos de laboratorio resulta fundamental.

¡Feliz día a todos!

Yolanda Aladro: “Las jornadas surgen de la  necesidad de generar un canal de información para los pacientes”

La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta al sistema nervioso central: al cerebro y la médula espinal. Conlleva la destrucción de la vaina mielínica de las fibras nerviosas, y como consecuencia, al axón, responsable de la comunicación entre las neuronas a través de la sinapsis.

Se trata de una enfermedad crónica e incurable, que se desarrolla frecuentemente en adultos jóvenes (20-40 años) y que puede llegar a ser incapacitante, si bien es cierto que actualmente existen fármacos que son capaces de frenar su avance antes de llegar a ese extremo. No obstante, su diagnóstico es a menudo recibido con preocupación por el paciente, pues se da normalmente en los años más productivos de este.

Con el fin de ofrecer más información y promover un mayor conocimiento de la enfermedad, el Hospital Universitario de Getafe lleva 5 años organizando sus Jornadas Sobre Esclerosis Múltiple Dirigidas a Pacientes, con el fin de que quienes sufren esta enfermedad puedan conocerla en profundidad, convivir con ella y tener una mejor calidad de vida.

Con motivo de la celebración de estas jornadas los próximos 27 y 28 de noviembre, charlamos con la Dra. Yolanda Aladro, de la Unidad de Esclerosis Múltiple del servicio de Neurología del HUG, y organizadora de las mismas.

¿Cómo surgieron las jornadas de esclerosis múltiple en el Hospital Universitario de Getafe?

Hace mucho tiempo que se vienen celebrando jornadas informativas de este tipo para pacientes de esclerosis múltiple en nuestro país. Fue una idea que surgió de las propias consultas, cuando se percibió que los pacientes necesitaban un conocimiento mayor de la enfermedad para poder así tomar medidas más acertadas en su manejo. Fueron esas consultas las que nos dieron el empujón para organizar estos eventos, pues la esclerosis genera muchas dudas en los enfermos que no pueden ser respondidas en una cita médica. Esa es la función de las jornadas: ofrecer una información más extensa y profunda.

¿Podría ofrecernos una visión global de la enfermedad? ¿Qué consecuencias tiene para la vida del paciente? ¿Cómo puede afectar a su entorno?

Es una enfermedad crónica, incurable, que puede afectar a cualquier parte del cerebro y provocar síntomas iniciales como déficit visual o sensitivo. Es de origen autoinmune, lo que significa que es el propio sistema inmune el que ataca al cerebro. En la mayoría de los casos la enfermedad comienza en forma de brotes. Es decir, aparecen síntomas seguidos de un periodo de recuperación, incluso sin tratamiento… hasta que vuelve el siguiente brote.

Ahora bien, pese a ser incurable, eso no significa que todos los pacientes queden inválidos, puesto que existen hoy muchísimos fármacos que permiten frenar la evolución de la enfermedad. Si antaño se tardaba unos 20 años en llegar a algún grado de discapacidad (un bastón, por ejemplo), hoy es posible que nunca se llegue a ese extremo, o que se tarde mucho más. Y eso es gracias a la gran cantidad de tratamientos.

Las jornadas surgen de la  necesidad de generar un canal de información para los pacientes

Es importante que el paciente entienda, desde el mismo momento del diagnóstico, que tiene por delante una convivencia con la enfermedad que puede durar 40 años o más, ya que la vida del paciente con esclerosis múltiple se acorta muy poco con respecto a la población general. Es fundamental que aprenda a convivir con ella, porque se trata de una enfermedad cuyo diagnóstico impacta mucho a quien la sufre.

Todos los aspectos de la esclerosis múltiple: el origen, los tratamientos, la manera de medir las respuestas, etc., son temas que se tratan año tras año en las jornadas. Además de los temas generales y los tratamientos, que siempre están presentes, cada año incorporamos nuevos aspectos, normalmente alguno que tenga especial relevancia en ese momento concreto. Por ejemplo, en algunas jornadas hemos incluido el tema de la planificación familiar, en otras los problemas laborales, o el papel que juega un neuropsicólogo en el tratamiento (para abordar tanto problemas emocionales como cognitivos que pueden surgir), etc. El objetivo, no obstante, es siempre el mismo: informar acerca de la enfermedad y poner al corriente al paciente de los avances que se están llevando a cabo en el tratamiento de la esclerosis múltiple.

El objetivo es siempre el mismo: informar acerca de la enfermedad y poner al día a los pacientes acerca de los avances que se están llevando a cabo en el tratamiento de la esclerosis múltiple”

¿Cómo una actualización?

Sí, lo podríamos resumir así. No sólo recordamos la información general que debe conocer el paciente, sino también esas píldoras de actualidad que nos transmite la ingente investigación que se está llevando a cabo hoy.

Ése, de hecho, es otro aspecto de la cuestión que tuvo cabida en anteriores jornadas: el proceso de investigación y desarrollo de los fármacos, desde la investigación de la molécula y el principio activo, hasta su disponibilidad, pasando por el proceso de desarrollo clínico.

En esta ocasión, a diferencia de las anteriores jornadas, queremos ofrecer un nuevo formato. En lugar de conferencias hemos apostado por organizar mesas redondas en las cuáles abordaremos -entre otros- el tema de los avances en el tratamiento. Un tema importante en esta enfermedad, dado que cuenta con intensa investigación terapéutica.

De esta manera, haremos un recorrido por los tratamientos que se han venido dando y los que posiblemente estén disponibles a partir de ahora. Y gracias a este nuevo formato, podremos tener una mayor interacción con el público, para así resolver todas las dudas que nos planteen.

¿Ha habido cambios sustanciales en el pronóstico de la enfermedad? A su evolución, me refiero.

Sí, sin duda. La diferencia más importante ha sido el desarrollo de medicamentos para poder controlar y tratar la enfermedad. En la última década el crecimiento de nuevos tratamientos ha sido exponencial. Desde 1993 hasta 2010, teníamos 2 o 3 medicamentos: los interferones, el copaxone y el natalizumab. Hoy contamos con más de 13. Ésa es la clave: el desarrollo terapéutico y la creación de nuevas moléculas que nos permiten controlar mejor la enfermedad y evitar la discapacidad. Moléculas diferentes que nos permiten personalizar el tratamiento, es decir, buscar el fármaco que mejor le va a un paciente en el momento concreto de la evolución de su enfermedad. O nos da la opción de probar otro fármaco. Todo esto ha hecho que el pronóstico de la enfermedad cambie radicalmente.

Otra cosa muy importante es que hoy hacemos un diagnóstico mucho más precoz. Es importante tratar la enfermedad cuanto antes para evitar que se acumulen lesiones.

“La diferencia más importante ha sido el desarrollo de medicamentos para controlar y tratar la enfermedad. En la última década el crecimiento de nuevos tratamientos ha sido exponencial”

La enfermedad, como tal, no se puede curar actualmente. No obstante, ¿existe algún tipo de prevención?

Hay factores ambientales que favorecen su desarrollo en personas predispuestas genéticamente, como pueden ser niveles bajos de vitamina D o infección por el virus Epstein Barr. Estas condiciones generan más susceptibilidad a la hora de sufrir la enfermedad, pero no son suficientes. En la actualidad, cambiando algunos hábitos -por ejemplo, dejar de fumar- podemos influir en la evolución de la enfermedad pero, lamentablemente, no tenemos capacidad de prevenirla.

Se han publicado artículos acerca de la importancia de hacer un diagnóstico precoz para frenar la enfermedad. ¿Qué síntomas pueden ponernos en guardia?

Los síntomas de la esclerosis múltiple son muy variados. Puede aparecer afectación sensitiva en una o dos extremidades, o debilidad física, o alteración visual…estos 3 son los más frecuentes al inicio de la enfermedad. Por lo general, con la excepción de las alteraciones sensitivas cuando son leves y de corta duración, son síntomas llamativos que no suelen pasarse por alto y que llevan a la consulta del médico.

Las jornadas surgen de la  necesidad de generar un canal de información para los pacientes"

Por suerte, el diagnóstico actualmente es mucho más rápido y fiable. En el pasado podíamos tardar hasta 2 años en alcanzar un diagnóstico de esclerosis múltiple.

¡¿2 años?!

De media, sí. La introducción de la resonancia magnética ha permitido un diagnóstico más temprano, incluso ya desde el primer brote.

¿A qué nivel se encuentra la investigación española en lo que se refiere a la esclerosis múltiple?

En España hay muchos grupos dedicados a la investigación de la esclerosis múltiple y de manera muy intensa. De hecho, tenemos una red nacional de investigación y mucha cooperación entre grupos. Somos punteros en algunas áreas, como por ejemplo en lo que respecta al nervio óptico, la búsqueda de biomarcadores, el estudio del cerebro en resonancia magnética, etc. Hay realmente mucha variedad en nuestro país.

Como he dicho, el panorama ha cambiado radicalmente gracias a los nuevos medicamentos. Y ha cambiado especialmente en la última década. Cada vez menos pacientes llegan en una silla de ruedas, y los que van a llegar a un cierto grado de discapacidad en algún momento -ya sea una silla o un bastón-, tardan más en llegar a ese punto.

¿Llegaremos a ver la cura de la enfermedad?

Es una enfermedad muy compleja y yo, personalmente, lo veo difícil a corto plazo. Controlar al 100% el sistema inmune no es tarea fácil. Pero tampoco hay que perder la esperanza.

Lo que sí podemos hacer ya es personalizar el tratamiento para reducir los problemas que provoca, y todo esto mejorará aún más en el futuro más inmediato. Los medicamentos son cada vez más eficaces, tenemos más capacidad de personalizar el tratamiento y de aplicarlo antes, -lo que mejorará aún más el futuro de los pacientes y reducirá las consecuencias de la enfermedad más temprano- y cada vez estamos más cerca de tener biomarcadores que nos determinen el pronóstico.

Por ejemplo,  si en un paciente tiene unas características de la enfermedad determinadas, nosotros podemos saber hacia dónde va a ir su patología, aumentaremos las posibilidades de acertar con el tratamiento al que mejor va a responder. Todo ello ayudará a que los médicos demos antes con la clave y podamos , de alguna tal manera, reducir las consecuencias de la enfermedad para el paciente.

Volviendo a las jornadas ¿a qué público se enfocan las mismas?

Las jornadas están enfocada principalmente a pacientes de esclerosis múltiple -o de su entorno más inmediato- que tengan interés en saber más de la enfermedad. Gente que normalmente tiene un cierto conocimiento pero que quiere conocer más detalles de su pronóstico y tratamientos.

“Las jornadas están enfocadas, principalmente, para pacientes con esclerosis múltiple o de su entorno más inmediato”

El nivel de las jornadas es científico, pero usamos palabras que entiende perfectamente cualquier persona, aunque no tenga una formación sanitaria.

Si bien queremos dar la opción de asistencia telemática, lo que más nos interesa en esta ocasión es que sean mucho más presenciales. Esa es la razón de que hayamos optado esta vez por un formato de mesas redondas, para que los asistentes puedan participar lo máximo posible. De este modo, podremos responder a todas las preguntas que se planteen y los presentes podrán contar con la opinión de expertos en la materia que estarán encantados de resolverles todas sus dudas.

¿Serán de libre acceso?

Así es. El objetivo es conseguir el mayor número posible de asistentes presenciales para tener una participación muy activa. Es mucho más fácil y dinámico de esta manera.

“Nos interesa que sean unas jornadas presenciales (…) tener el mayo número posible de asistentes para que haya un participación activa”

¿Cómo se organizarán las mesas redondas?

Primero habrá una charla-resumen, para establecer una visión general de la esclerosis múltiple a día de hoy. Después comenzarán las mesas redondas, en las cuáles hablaremos de tratamientos; pronóstico qué tienen hoy los pacientes con esclerosis; investigación; manejo y control de la enfermedad; hábitos diarios que ha de seguir un paciente ya diagnosticado (dieta recomendada, estilos de vida, ejercicio, sol que pueden tomar, precauciones varias), etc.

La idea es que todos estos temas estén presentes en las diferentes mesas redondas, donde un moderador experto en la materia se encargará de dirigir el coloquio contando con las preguntas de los asistentes. Y puesto que el objetivo es informar a tantos asistentes como sea posible, las jornadas se celebrarán por la tarde (de 16:30 a 19:00) para que puedan acudir todos aquellos interesados los dos días que dura el evento.

Olga Laosa: “el objetivo es motivar a las personas mayores para realizar actividad física y ser independientes”

A estas alturas, a nadie le sorprende la afirmación de que el ejercicio físico tiene un sinfín de beneficios para la salud, especialmente para los adultos de mayor edad. Entre dichos beneficios, podemos citar un mejor estado de salud física y mental, prevención del deterioro cognitivo y de accidentes, aumento de la energía, mejor calidad de sueño, músculos y huesos más resistentes, etc.

No obstante, no todos los ejercicios son iguales ni nos favorecen de la misma manera. Los ejercicios aeróbicos (como montar en bici, correr, andar o nadar) mejoran nuestra resistencia, aumentan la respiración y mejoran la frecuencia cardíaca. Por su parte, los ejercicios de fuerza (como el levantamiento de pesas) fortalecen los músculos y mejoran el tono muscular. Y otro tanto podemos decir de los ejercicios de flexibilidad y equilibrio, que ayudan a evitar lesiones, relajarnos, etc.

Por tanto, es lógico que exista un interés legítimo a nivel sanitario para animar a la población -especialmente a la más envejecida- a realizar ejercicio físico de manera habitual, con el fin de mejorar su salud y su calidad de vida. En el campo de la investigación, son varios los proyectos que han centrado sus esfuerzos en esto, como es el caso de MOTIVA, proyecto del Ministerio de Innovación y Ciencia financiado a través de la convocatoria Generación de Conocimiento 2022, concedida recientemente a la Fundación de Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe (FIBHUG).

Para conocer más detalles sobre MOTIVA, sus objetivos y aplicaciones, charlamos con la Dra. Olga Laosa Zafra, farmacóloga clínica e investigadora de la FIBHUG y responsable de la gestión, desarrollo y evaluación de su ensayo clínico.

¿Qué es MOTIVA? ¿En qué consiste el proyecto?

MOTIVA es un proyecto que se basa en uno anterior, ACTIVE UP -en el que también participó la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe (FIBHUG) – que aspira a que las personas mayores hagan actividad física sin tener que estar supervisadas por un profesional sanitario (fisioterapeuta, enfermero, médico, etc.) de manera que lo puedan hacer tranquilamente en su propia casa.

Se sabe que sólo el 14% de las personas mayores cumplen con la actividad física recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, lo que se intenta con proyectos como MOTIVA es, tal y como su nombre indica, motivar a las personas mayores para realizar esa actividad física y que con ello mejoren su rendimiento, disminuyan los posibles problemas de salud y aumenten su capacidad de hacer cosas y mantenerse independientes.

¿Qué diferencia hay en MOTIVA respecto a ACTIVE UP?

ACTIVE UP podemos definirlo como la fase preliminar de MOTIVA. Era un proyecto más pequeño y cuyo software podríamos decir que es el “esqueleto” sobre el que se va a diseñar para MOTIVA, añadiéndole muchas más funcionalidades, datos y perfiles motivacionales.

Esto último es algo muy relevante, puesto que las personas tenemos diferentes perfiles de motivación. Por ejemplo, hay quienes se sienten más motivados si compiten con terceras personas, otros con retarse a sí mismos para batir sus marcas y mejorar, y otros que prefieren que nadie les diga nada para poder hacer las cosas a su ritmo. Todos estos perfiles hay que estudiarlos. Ver cómo actúa cada persona, qué tipo de perfil motivacional le corresponde, intentar clasificarlo, y con todo eso, intentar lanzarle los mensajes necesarios para que logre ese rendimiento físico.

“ACTIVE UP podemos definirlo como la fase preliminar de MOTIVA”

Una parte del proceso -la primera- es la creación del llamado “ecosistema computacional”. ¿De qué se trata?

El ecosistema computacional es una combinación de datos y aplicaciones con unos objetivos centrales: descubrir el perfil motivacional -del que hablábamos antes- y determinar cuál es la situación física de la persona a nivel funcional. Con todos esos datos, podemos plantear un objetivo, que sería el tipo de actividad física que debe hacer y la intensidad a la que debería aspirar, así como los mensajes necesarios para que lo consiga. Por tanto, todo lo que recibe cada persona es individualizado de acuerdo a la evaluación que se le ha realizado previamente. Todo ello teniendo siempre en cuenta que nadie lo va a supervisar. Es posible que haya familiares, pero no un fisioterapeuta o un médico o enfermera dirigiendo la actividad y explicando cómo hacerlo mejor.

La diferencia entre uno y otro radica, entonces, en el aspecto motivacional.

Principalmente.

Por otra parte, estaría el ensayo clínico en sí, puesto que todas estas herramientas tecnológicas no valdrían para nada por sí solas.

La parte “computacional” será desarrollada por la Universidad Politécnica de Madrid, que son quienes participan también en el proyecto. Ellos crearán el sistema y nosotros, desde la Fundación, nos haremos cargo de la parte clínica, que consistirá en la validación de todos esos datos.

En primer lugar tendremos que detallar las necesidades que tienen nuestros sujetos mayores, porque si creamos una aplicación muy complicada de entender o de manejar, con teclas e iconos pequeños que no vean bien, no habrá un registro correcto de los datos. De manera que necesitamos conocer qué necesidades tienen y cómo podemos presentarles la información. Una vez que tengamos eso, podremos poner en marcha la segunda parte del proyecto, la validación clínica.

Esta fase, la del ensayo clínico, cuenta con 2 grupos diferenciados: un denominado grupo intervención y el otro denominado grupo control. Ambos grupos van a tener que llevar a cabo actividad física, pero mientras que uno va a contar con supervisión, el otro sólo contará con nuestro sistema MOTIVA, con su ecosistema motivacional.

Lo que queremos conseguir con esto es comprobar que aquellos que hacen el ejercicio con el sistema MOTIVA tienen una tasa de cumplimiento igual, o similar, a los que realizan el ejercicio bajo supervisión médica. Y luego, además, esa información nos permitirá comprobar si nuestro programa de ejercicios mejora significativamente el rendimiento físico del paciente.

Para este proyecto, contamos con la colaboración, además de la UPM para la parte de desarrollo computacional, con investigadores del hospital, concretamente del servicio de Geriatría, del CIBERFES y de la FIBHUG.

“Queremos comprobar si aquellos que hacen el ejercicio con el sistema MOTIVA tienen una tasa de cumplimiento igual, o similar, a los que realizan el ejercicio bajo supervisión médica”

¿La plantilla de ejercicios es algo ya desarrollado, no?

Eso está desarrollado, sí. Es el VIVIFRAIL, que es un proyecto previo que se hizo hace unos años. Una iniciativa europea dentro del programa Erasmus+ en el que se diseñó un programa de actividad física para las personas mayores, pero de manera personalizada. Lo primero que se hace para este programa de ejercicios es evaluar el estado funcional de los adultos mayores, que se evalúa a través del SPPB, un test estandarizado y utilizado a nivel mundial que mide la velocidad de la marcha, la capacidad de levantarse de una silla y el equilibrio del paciente. Eso te da una puntuación de 0 a 12 entre el peor estado funcional y el mejor.

¿Similar a un grado de invalidez?

Algo así. Según la puntación el SPPB existen unas ruedas de ejercicios (A, B, C y D) y, dependiendo de la puntuación, se utiliza una rueda u otra. Además, permite la reevaluación y cambiar de rueda si el pacientes mejora o empeora.

¿VIVIFRAIL por quién fue desarrollado? ¿Traumatólogos, fisioterapeutas…?

No, esto se coordinó desde la Universidad Pública de Navarra, el grupo del profesor Mikel Izquierdo, que es catedrático y director del departamento de Ciencias de la Salud y con una amplia trayectoria en investigación en actividad física y envejecimiento.

Ignacio Peinado, Olga Laosa, Ángel Rodríguez Laso y José Antonio Carnicero (Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe).
Ignacio Peinado, Olga Laosa, Ángel Rodríguez Laso y José Antonio Carnicero, responsables del proyecto, en la sede de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Universitario de Getafe.

Siempre se ha dado mucha importancia al ejercicio cardiovascular (andar, correr, nadar, etc.) en ancianos, pero muchos fisioterapeutas destacan que también es necesario incluir en dichas rutinas ejercicios de fuerza, porque muchas veces el problema de la gente mayor es la falta de tono muscular y resistencia.

Eso es. Se intenta combinar ejercicio aeróbico con ejercicios de fuerza para fortalecer la musculatura. La más importante, obviamente, es la de las piernas, porque es la que va a hacer que se puedan mover, pero también de brazos y espalda.

Quería preguntarle también acerca de la financiación. ¿Es un proyecto europeo o nacional? ¿El haber participado en ACTIVE UP facilita el proceso?

Es nacional. Del Ministerio de Ciencia e Innovación, concretamente. En la convocatoria de Generación del Conocimiento 2022, una convocatoria pública reciente -cerró en el mes de enero de 2023-. Son dos proyectos diferentes. La experiencia en ACTIVE UP te da puntos, no respecto a la convocatoria, sino que ya conoces el procedimiento y permite estar más preparado. No partes de 0 sino de algo que ya se ha hecho. Eso es importante y se tiene muy en cuenta en las evaluaciones.

¿Desde aquí llevarán la parte clínica?

Sí, yo me encargo sobre todo del diseño y de gestionar el ensayo clínico. No tanto la selección y el seguimiento de los pacientes, sino del diseño, desarrollo y evaluación de resultados del ensayo clínico. Del reclutamiento y seguimiento clínico de los participantes se encargan otros miembros del equipo del hospital, del CIBERFES y de la FIBHUG.

¿Cuál es el objetivo final de MOTIVA? ¿El papel que juega la motivación? ¿El ejercicio físico y el rendimiento que genera? ¿La prevención de otros problemas de salud?

El objetivo es conseguir que las personas mayores hagan más actividad física. Lo que recomiendan todas las guías y la OMS.

Si para hacer actividad física, nuestros mayores dependen de tener personal facultativo que les supervise… pues no lo van a hacer. O no en la misma medida. Por ello, lo que buscamos es conseguir que hagan la actividad física por sí mismos. No se trata de medir la motivación que tiene cada uno, sino de que hagan actividad física de la manera más sencilla y autónoma posible, en su casa y por su cuenta. Que la actividad física les haga mejorar su salud y su capacidad de hacer cosas, es también un objetivo, obviamente, pero de eso ya disponemos de más evidencias. Existen multitud de proyectos, algunos liderados por nuestro grupo,  que demuestran que la actividad fisica mejora la salud de los adultos mayores en todos los aspectos: SPRINTT, MIDFRAIL, DIABFRAIL LATAM, etc. todos van encaminados a lo mismo: actividad física y mejora del rendimiento y la salud.

“No se trata de medir la motivación que tiene cada uno, sino de que hagan actividad física de la manera más sencilla y autónoma posible, en su casa y por su cuenta”

¿Se evalúa también el papel que puedan jugar familiares, cuidadores, etc? Me refiero a las diferencias entre los resultados de una persona mayor que vive sola, o en un pueblo, en comparación con quien vive con sus familiares o interactúa con más gente.

En el estudio entran principalmente sujetos robustos -con buen estado funcional- y prefrágiles, pero no pacientes con discapacidad. En el caso de los primeros no suelen necesitar cuidadores como tal. No obstante, toda la información se recoge en el ensayo clínico: con quién vive, dónde, etc. El contexto en el que se desarrolla el día a día del paciente. Y luego, claro, eso se evalúa.