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El Hospital Universitario de Getafe amplía su papel en el Código Ictus con una nueva sala de Neurointervencionismo

El Hospital Universitario de Getafe se ha unido al NODO de la Comunidad de Madrid para la atención de pacientes de Ictus. El Hospital ha sumado a su Unidad de Ictus una nueva sala más de intervencionismo para estos pacientes.

El Ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que transportan la sangre al cerebro. Puede producirse por la ruptura de los vasos cerebrales o por la aparición de coágulos de sangre en ellos. Esta afección requiere de una intervención y de un tratamiento inmediato. Se trata, además, del principal origen de la discapacidad adquirida en adultos y de la segunda causa de muerte en España.

En Julio de 2022, la Unidad de Ictus comenzó a funcionar en el Hospital Universitario de Getafe. Ahora, con la nueva incorporación al Nodo de Neurointervencionismo del Código Ictus de la Comunidad de Madrid, el Hospital recibirá un número más elevado de pacientes que presentarán cuadros más complejos y graves, con mayor daño neurológico, ya que, además de la atención a quienes han sufrido un ictus hemorrágico, se añaden lo ictus isquémicos, provocados por un coágulo que obstruye los vasos sanguíneos. Por este motivo, se requiere la coordinación y actuación de los servicios de Urgencias, Anestesiología y Reanimación, de la Enfermería y de los Técnicos.

Este aumento del número de centros de atención al ictus que ha llevado a cabo la Consejería de Sanidad permitirá desarrollar una actuación rápida mediante el Código Ictus que se encuentra enmarcado en el Plan de Actuación de Ictus de la Comunidad de Madrid.

El Hospital Universitario de Getafe incorpora cuatro nuevos equipos para las áreas de Radiología y Medicina Nuclear

El Hospital Universitario de Getafe ha recibido cuatro equipos con tecnología pionera de diagnóstico por imagen que han impulsado la mejora de la calidad y seguridad de las pruebas y de los tratamientos médicos.

El área de Neuro Radiología dispone, a partir de ahora, de un Angiógrafo Biplano; en Radiodiagnóstico se ha incorporado una Resonancia Magnética Nuclear de tres teslas y en el Servicio de Medicina Nuclear, nuevos equipos de SPETC/TAC Y PET/TAC digital.

Angiógrafo Biplano para Neuro Radiología del Servicio de Radiodiagnóstico

Este nuevo equipo va a permitir disminuir los tiempos de exploración y conseguir un procedimiento más seguro para los pacientes porque va a reducir la dosis de radiación manteniendo la calidad de las imágenes y la concentración de contrastes.

Asimismo, emplea inteligencia artificial que adaptan los niveles de radiación y contraste según las características físicas del paciente, de forma que este recibirá la dosis mínima. Por otro lado, sirve para adecuar los tratamientos ya que proporciona imágenes tridimensionales de los vasos cerebrales, periféricos y/o vasculares.

El angiógrafo permite realizar una tomografía computerizada dentro de la sala, así se puede visualizar el parénquima cerebral y de forma simultánea las arterias y las venas cerebrales.

Resonancia Magnética Nuclear (RM) de 3 teslas

Con esta tecnología se podrán conseguir imágenes con mayor definición y calidad que muestran detalles útiles para el diagnóstico que no se pueden obtener con otros equipos.

Sirve para la mejora del diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama y de próstata, gracias a la detección de lesiones indetectables por otro equipos. Además, señala con exactitud la zona concreta para realizar biopsias diagnósticas.

Los nuevos equipos en Medicina Nuclear

El Servicio de Medicina Nuclear tiene ahora dos nuevos equipos: SPECT/TAC y PET/TAC. El primero combina tecnología de la gamma cámara con el TAC, de modo que se obtienen imágenes híbridas que sirven para disponer de mejores enfoques de diagnóstico y de un mejor manejo del paciente. Se ha empleado en indicaciones clínicas oncológicas y en los campos de la Neurología, patología ósea, Cardiología y Endocrinología.

El segundo equipo, el PET/TAC digital, permite una diagnóstico precoz y más preciso porque es capaz de identificar lesiones que tienen la mitad de tamaño que las que pueden encontrar los dispositivos analógicos. La radiación que recibe el paciente también es menor.

La prueba de esfuerzo cardiorrespiratorio llega al Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Getafe

El Hospital Universitario de Getafe ha incorporado al Servicio de Neumología una nueva prueba de esfuerzo cardiorrespiratorio, llamada cicloergoespirometría. Esta prueba diagnóstica va a permitir evaluar cómo responde el sistema cardiovascular, respiratorio y metabólico de los pacientes mientras realiza esfuerzos físicos graduales. A diferencia de otras técnicas, la nueva prueba aporta una medición directa del consumo de oxígeno máximo.

El Dr. Leonardo Saldaña Pérez, miembro del Servicio y coordinador del Área de EPOC y Función Pulmonar, es el neumólogo encargado de la realización e interpretación de los resultados que proporciona esta prueba. Con ellos, se pueden concretar las causas de la fatiga o disnea y la limitación del esfuerzo, que experimentan los pacientes. También, ayuda a diagnosticar y a clasificar las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y estudiar la función pulmonar de los pacientes. Es útil para evaluar el riesgo previo que existe antes de la cirugía de personas con cáncer de pulmón. Además, sirve para el diagnóstico de la hipertensión pulmonar.

Aplicación en la rehabilitación

Esta prueba supone una mejora para los programas de ejercicio controlado de rehabilitación cardiaca y respiratoria y, también, permitirá continuar con el avance de la investigación clínica de los pacientes respiratorios crónicos.

Entrevista al Dr. Santos Enrech, Jefe de Oncología del HUG, por el Día Mundial contra el Cáncer

El pasado 4 de febrero se celebraba el Día Mundial contra el Cáncer. El lema de esta jornada, Por unos cuidados más justos, reivindica la importancia y la necesidad de que todos los pacientes tengan un acceso equitativo a los tratamientos y a la misma calidad en la atención. Además, se insiste en lo imprescindible que es la investigación en todos los campos y, en este caso, para esta enfermedad, que es muchas a la vez, y que supone la primera causa de muerte en España y en el mundo.

El Dr. Santos Enrech, es el Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Getafe y, aunque su vocación por la medicina la llevaba en la sangre, pues su padre también era médico, la especialización en oncología fue más bien una casualidad.

Dr. Santos Enrech, Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Getafe

Pregunta: ¿Qué te llevó a dedicarte a la oncología?

Respuesta: Cuando terminé la carrera me presenté en el ejército y para presentarte a la especialidad, tenías que prepararte 70 temas. A la especialidad que me presenté fue a angiología y cirugía vascular. Lo exámenes se repartían a lo largo de un mes y medio y no salió tan bien como esperaba, así que decidí prepararse una especialidad que estuviese al final del alfabeto para tener tiempo para estudiar y pasar de una vez a la vida hospitalaria. Así que descarté psiquiatría y traumatología y me preparé los temas de oncología y, en esta ocasión, aprobé. Yo no tenía esa vocación, pero creo que es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida, porque viéndolo con el tiempo, estaba hecho para ser oncólogo.

P: Me gustaría preguntarte acerca del trato con los pacientes, ¿es lo que más disfrutas de tu trabajo diario?

R: Claro, es que es un aspecto maravilloso, entre otras cosas porque, aunque el cáncer tiene un mito, un tabú y es una enfermedad no muy bien vista socialmente, hoy en día, gracias a Dios, son enfermos que viven habitualmente mucho tiempo. Sobre todo, los que yo trato. Yo me dedico sobre todo a cáncer de mama y son pacientes que con las que estás durante años y eso hace que se cree una relación muy bonita y que los pacientes los tengan muy fidelizado.

P: La sanidad es pública en España, pero el acceso a los tratamientos no es igual para todos los pacientes.

R: El nivel de la oncología en general en España y de la investigación oncológica es espectacular. Somos un país de los más activos en Europa, en ensayos clínicos, pero hay graves problemas de equidad entre provincias, entre comunidades autónomas, en oncología y una medicina en general. Incluso se han detectado inequidades entre distintos hospitales y esto, desde luego, es un tema que es muy importante resolverlo. El problema es que las decisiones están muy parceladas, por Comunidades Autónomas o incluso por hospitales. Yo puedo tener aprobados unos fármacos para su uso y que el Hospital de Leganés que está a 5 minutos en coche no lo tenga aprobado.

P: ¿Cómo podemos mejorar la calidad de vida de los pacientes?

R: Yo siempre digo que para nosotros es importante a los pacientes darles cantidad de vida, pero también calidad de vida. Tenemos que intentar que vivan más y que vivan mejor. Los enfermos con cáncer de mama metastásico incurable mejoran la calidad de vida con nuestros tratamientos y nos ayuda muchísimo el equipo de paliativos hospitalario y domiciliario para que los pacientes con cánceres avanzados tengan la mejor calidad de vida posible.

P: ¿Y qué se puede hacer por los pacientes que ya se han curado en cuanto a su reincorporación a la “vida normal”?

 R: Ese es otro escenario. Los supervivientes de cáncer es un tema menos solucionado. Esa paciente que ha recibido un tratamiento de mama y termina y le dicen “Enhorabuena, te haremos un seguimiento, pero probablemente ya estés curada, así que reincorpórate a tu vida”. Entonces se les viene el mundo encima. Esta es una línea de investigación que estamos intentando potenciar, la rama de la humanización. Estamos participando en un estudio para identificar escalas para el mejor tratamiento para pacientes, ancianos, para pacientes frágiles. Hemos hecho junto con el Hospital 12 de Octubre, el Hospital Clínico y el Hospital de Fuenlabrada una herramienta de cribado psicológico. Con 5 simples preguntas identificamos aquellos pacientes que están mal psicológicamente desde el punto de vista de la ansiedad, la depresión y el afrontamiento de la enfermedad y se les da apoyo psicológico de forma precoz. Esta herramienta la hemos implementado en un chatbot, una herramienta de inteligencia artificial que tienen en sus teléfonos móviles, con lo cual la paciente tiene en su móvil un chat que periódicamente le pregunta e identifica si tiene algún problema. Además, manda píldoras de información y de consejos. En caso de detectar que el paciente está mal desde el punto de vista psicológico, nos salta una alerta que nos permite llamar al paciente y valorar la ayuda o el tratamiento psicológico que necesita.

P: ¿Cómo es la investigación que se hace en el Hospital Universitario de Getafe?

R: En el hospital de Getafe hacemos investigación clínica, básica, también, en temas de calidad de vida.  Contamos, además, con la ayuda de la Fundación para la Investigación Biomédica (FIBHUG) que es una vía muy importante para seguir creciendo. A corto plazo, tengo abierto un estudio en Hormonoterapia Yuvante del cáncer de mama y, ahora, en breve voy a abrir otro sobre el tratamiento de las mujeres con cáncer de mama metastásico. Una de las cosas bonitas a lo que ha llevado la investigación es al avance de la medicina de precisión. Antes, hace 20 años, el cáncer de mama o el cáncer de pulmón se trataban todos igual. Hoy en día sabemos que el cáncer de mama son 4 o 5 enfermedades diferentes y que el cáncer de pulmón incluso más. Por eso, debemos identificar cada tumor y cada tumor tiene unas características moleculares que implican un tratamiento diferente para cada una de ellas.

P: Precisamente por ese motivo, si entendemos el cáncer no como una sola enfermedad, sino como un conjunto de enfermedades diferenciadas, ¿podemos hablar de una cura o se trata más bien de apostar por su cronificación y por convertirlo en una enfermedad con la que se puede seguir viviendo?

R: Hace años se hablaba de que habían encontrado “el remedio” contra el cáncer. Eso ya sabemos que eso es imposible por lo que tú has dicho: son muchas enfermedades que no tienen nada que ver con unas con otras. Indudablemente estamos avanzando mucho. Para el cáncer de mama metastásico tardará en llegar la cura unas décadas, pero estamos muy cerca de conseguir que se cronifique. Tenemos muchas enfermas metastásicas que llevan más de 10 años sin la enfermedad, con un tratamiento que les obliga a venir aquí cada 20 días, un cuarto de hora. Pero es importante recordar que hay muchas pacientes que se curan del cáncer, a pesar de que muchos metastásicos no lo hacen, aunque se consigan largas supervivencias. En los años 80 sobrevivían a los 5 años aproximadamente el 45% de los pacientes del cáncer y hoy en día estamos en el 65% que a los 5 años están vivos.

P: En este sentido, ¿podrías explicar qué es la medicina de precisión?

R: La medicina de precisión consiste en diseñar un tratamiento para cada tumor, pero también para cada paciente. No es solo encontrar una diana molecular sobre la que puedas interactuar con un fármaco, sino que también es, o sea, es personalizar o diseñar un tratamiento para cada tumor y para cada paciente y sus características. Esto es lo que conocemos por Medicina de precisión o medicina personalizada.

A lo largo de la historia de la humanidad, se han desarrollado diferentes tratamientos con el objetivo final de encontrar la cura para el cáncer. Por muy paradójico que sea, el desarrollo de la quimio tiene su origen en las guerras del siglo XX. En la Primera Guerra Mundial, se emplearon armas químicas cuyo uso se continuó también durante la Segunda Guerra Mundial. En 1943, bombas del ejército alemán provocaron la explosión de un barco cargado con gas mostaza. Tras hacer la autopsia a los soldados fallecidos en el ataque, se descubrió que la mostaza nitrogenada había acabado con un tipo de células cuya predisposición era dividirse con rapidez, al igual que las células cancerígenas. Tiempo después, los farmacólogos Louis S. Goodman y Alfred Gilman demostraron que este gas era capaz de disminuir la linfa y, por tanto, era eficaz para curar los linfomas.

R: Un derivado de esta mostaza nitrogenada, fue uno de los primeros fármacos que se comercializó como quimioterapia. Este primer fármaco antitumoral producto de la guerra química se puso por vena a un paciente que sabía que ese mismo producto había provocado la muerte de 100.000 personas. Entonces, ¿por qué era tan difícil encontrar un fármaco que fuera eficaz contra el cáncer? Porque las células tumorales se parecen mucho a las células sanas. La célula cancerosa es muy parecida a la célula buena de la que procede. Por ejemplo, una bacteria no. Encontrar un fármaco que sea eficaz para matar una bacteria y que respete las células sanas de nuestro cuerpo, eso es relativamente fácil, porque las bacterias tienen un metabolismo muy diferente, pero el de las células tumorales es muy parecido. Ahora conocemos la existencia del ADN y de los oncogenes y ya sabemos que existen muchas diferencias entre la célula tumoral y la normal. Conocemos la causa de esas diferencias, qué mutaciones las producen y qué proteínas están alteradas. Gracias a eso se ha desarrollado en los últimos años la medicina de precisión. Ya somos capaces de encontrar fármacos que atacan a la célula maligna respetando bastante a la célula benigna. Hemos pasado de un veneno de guerra a la medicina de precisión e inmunoterapia. Esta última ha sido una revolución total, porque estimula la propia inmunidad del paciente, eso es lo ideal.

P: Volviendo al tema de la investigación, ¿los pacientes están dispuestos a participar en ensayos clínicos y a recibir tratamientos experimentales?

R: Sí, sí que lo están, y una obligación nuestra es estimularles. Tenemos tratamientos estándar muy buenos, pero tenemos que seguir avanzando y una obligación del oncólogo es impulsar al paciente a entrar en ensayos clínicos.

P: En la prevención del cáncer influye mantener unos hábitos saludables, ¿en qué grado  son relevantes?

R: El cuidar la dieta, evitar el sobrepeso, evitar completamente el tabaco y restringir lo máximo posible la ingesta de alcohol es fundamental.

P: ¿Crees que se podrán estandarizar las campañas de cribado de la mayor parte de los cánceres para detectarlos lo antes posible?

R: En los últimos años, o sea, aunque la incidencia del cáncer sigue aumentando, o sea, cada vez se diagnostica más cáncer, sobre todo por el envejecimiento de la población. Al fin y al cabo, la gente cada vez es más mayor y es una enfermedad degenerativa, al acumular mutaciones a lo largo de la vida. Gracias a Dios, la mortalidad está disminuyendo por muchos motivos. No solo porque los tratamientos nuestros sean cada vez mejores, sino también por las campañas de prevención y de cribados, para detectarlo lo ante posible. No se puede evitar el cáncer pero si detectarlo lo antes posible. Por ejemplo, el Hospital va a participar en un estudio de cribado en cáncer de pulmón. Ya son cribados estándar los del cáncer de mama y el cáncer de colon, el programa prevecam y el prevecolon.

P: ¿Cómo influye la predisposición genética? ¿Son los seguimientos y los cribados de las personas con antecedentes de cáncer en la enfermedad eficaces?

R: Sí, por supuesto. La predisposición genética tiene un papel importante. Otra forma de hacer la prevención es identificar aquellas pacientes que tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad, un cáncer a lo largo de su vida, haciendo estudios genéticos. Hay familias que tienen una determinada mutación en la línea germinal, con lo cual se pueden pasar de ir de padres a hijos. Una forma también de disminuir la mortalidad de esos tipos de cáncer es identificar a esos pacientes con estudios genéticos, como se hace aquí en el Hospital, y darles una serie de consejos a ese sujeto y a esos familiares.

La investigación oncológica en España, afirma el Dr. Santos Enrech, es muy potente. Además, añade que es uno de los países que más pacientes recluta en los estudios internacionales. A pesar de eso, “no todo es maravilloso”, confiesa. “Por ejemplo, en España creo que hay en torno al cáncer como un tercio menos de patentes, por ejemplo, que en Francia y cinco veces menos patentes nuevas de nuevos productos que, por ejemplo, en Inglaterra o Alemania”. No obstante, asegura que se investiga mucho, “pero si te fijas con detalle, casi toda la investigación que hacemos es promocionada por la industria, que tiene mucho interés. Aun así, sería muy importante cubrir la investigación académica y conseguir un mayor apoyo económico futuro a nivel de recursos docentes públicos. Del Estado central o de las autonomías o de lo que sea. Ahí tenemos una asignatura pendiente”.

SEGUIMIENTO DE PACIENTES CON CÁNCER DE PRÓSTATA A TRAVÉS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

El pasado jueves 8 de febrero, la Dirección Médica del Hospital Universitario de Getafe (HUG) y la Fundación para la Investigación Biomédica del HUG con el patrocinio de la farmacéutica Janssen celebraron la primera charla del XVII Ciclo de Talleres sobre Innovación en la Gestión. Esta primera ponencia patrocinada por Janssen se centró en el Seguimiento de pacientes con cáncer de próstata a través de la inteligencia artificial (IA). Automatización de las llamadas telefónicas a través de un asistente virtual para las reuniones.

El taller fue inaugurado por la Dra. Rosa Aladro, directora médica del HUG, que agradeció a al patrocinador y dio paso a los ponentes. En esta ocasión, fueron el Dr. Luis Llanes, Jefe del Servicio de Urología del HUG, y María González, CEO fundadora de Tucuvi, los encargados de impartir este taller.

Sobre la Inteligencia Artificial y su incursión en la Urología

El Dr. Luis Llanes asentó los conocimientos básicos sobre la inteligencia artificial. En primer lugar, aportó una definición de la IA, entendida esta como “capacidad de las máquinas para hacer tareas que requieren inteligencia humana y cuyos objetivos crear máquinas o programas capaces de emular la inteligencia de los humanos”.

¿Pero cómo se traslada la IA a la medicina en general? El Dr. Llanes expuso algunos de los usos actuales y futuros que puede tener esta tecnología. A la hora de diagnosticar enfermedades, puede intervenir con el análisis de imágenes médicas con las que se mejora la precisión y el tratamiento. También, puede servir de apoyo en la toma de decisiones del personal sanitario pues ayuda a los médicos a analizar grandes volúmenes de datos y registros clínicos para después escoger el mejor tratamiento e, incluso, hacer pronósticos de las patologías y resultados gracias a los modelos de aprendizaje automático. La IA es capaz de optimizar los procesos clínicos haciendo una revisión más eficiente de los registros médicos. Para el futuro, añadía el Jefe de Urología del HUG podría emplearse, a través de la robótica asistida, para operar usando imágenes tridimensionales que reconstruyan el interior del paciente.

La primera relación que tuvo el Servicio de Urología del HUG con la IA fue a raíz de hacer una revisión de la información que proporcionaban los chatbots sobre urología, en concreto sobre el cáncer de vejiga, cáncer de próstata, cálculos urinarios e hiperplasia benigna de próstata.

En este momento, comentaba el Dr. Luis Llanes, se está comenzando una monitorización continua de los pacientes de cáncer de próstata empleando IA. Este tipo de cáncer es el que afecta a más varones en España, aunque no es el más letal, explica el Dr. Llanes, “el tipo de paciente que se va viendo cada vez más es aquel que dura mucho en el tiempo, por lo que requiere de un seguimiento largo”. Esto ha impulsado a los médicos y al sistema sanitario a crear nuevos medios que conformen una asistencia de calidad. “Gracias a la colaboración con Janssen y con Tucuvi, esto ha podido hacerse”, afirmaba el Dr. Llanes.

Tucuvi en el seguimiento cercano de los pacientes con cáncer de próstata

María González Manso, ingeniera biomédica y CEO de la empresa Tuvuci, abordó el trabajo que realiza su empresa de tecnología sanitaria junto al Servicio de Urología del HUG. Pero, primero, ¿qué es Tucuvi?

Tucuvi, Tu cuidador virtual, es una inteligencia artificial conversacional que pretende dar una solución a la realidad sanitaria asistencia y poner remedio a la falta de tiempo de los profesionales sanitarios. Esta IA es segura y está clínicamente validada, dispone de todos los certificados que la acreditan y aprueban. Esta plataforma permite hacer consultas automáticas a los pacientes mientras se hace un seguimiento autónomo de los mismos, explica María González.

Lola es la asistente clínica virtual encargada de hacer las llamadas a los pacientes. En la actualidad, atiende a más de 200.000 pacientes en 20 procesos clínicos diferentes. Esta IA es un sistema capaz de procesar el lenguaje natural por lo que mantiene una conversación normal con el paciente al que está haciendo las preguntas y es capaz de entender jerga y de interpretar los sinónimos y de responder a las cuestiones que se le planteen.

En el Hospital Universitario de Getafe se ha aplicado esta IA en el Servicio de Urología y se dirige a los pacientes de cáncer de próstata que han sido diagnosticados y tratados. Estas personas recibirán las llamadas de Lola que hará una serie de preguntas, por ejemplo: ¿has tenido alguna alteración al miccionar?; ¿has encontrado sangre en la orina?, ¿has tenido malestar o fiebre?. De esta forma, ante cualquier cambio en la salud de estos individuos, se enviará una alerta al Hospital que intervendrá rápidamente.

Protocolo Tucuvi

Con este asistente virtual, se facilita la vida a los pacientes de próstata evitando que acudan tanto al hospital, especialmente a aquellos que no tienen una enfermedad agravada o que tienen dificultades de desplazamiento, y se vuelven aún más partícipes de su proceso al estar más pendientes de los cambios que se noten en ellos mismos y que tienen que reportar a Lola. Desde el punto de vista asistencial, los médicos y otros profesionales de la salud verán sus listas de espera más aliviadas y podrán dar un trato más cercano y con mejor calidad a todos los pacientes.