El programa AMI-TEA del Hospital Universitario de Getafe adapta la atención sanitaria a las necesidades de los pacientes con autismo

Visítanos en las redes:
RSS
Follow by Email
Twitter
Visit Us
Follow Me
YOUTUBE
LinkedIn
Share

El Hospital Universitario de Getafe la implementado el programa AMI-TEA para la mejora de la atención asistencial de las personas con trastornos del espectro autista (TEA). Desde su implantación en el mes de mayo de 2023, ha atendido a más de 90 pacientes y ha llevado a cabo más de 400 actuaciones médicas.

Laura Ramírez Estaban, enfermera especializada en salud mental, e Ignacio Meléndez, psiquiatra del Hospital Universitario de Getafe, responsables de AMI-TEA

El proyecto depende del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Getafe y está coordinado por Ignacio Meléndez, psiquiatra del hospital, y por Laura Ramírez Estaban, enfermera especializada en salud mental. AMI-TEA se presenta como una oportunidad para cubrir una necesidad que los familiares de estos pacientes y las asociaciones de usuarios llevaban pidiendo desde hace años. Su objetivo es evaluar las necesidades médicas de los pacientes con TEA, teniendo en cuenta las peculiaridades que parten de esta patología, para que puedan recibir una atención adaptada, igualitaria e integral por parte de los servicios de Atención Primaria y Salud Mental, creando un ecosistema en el que ambas áreas se coordinen en beneficio de estos pacientes.

El Dr. Meléndez, el psiquiatra que dirige este programa en el #HUG, ha explicado que con AMI-TEA se cubre la parte de la salud física ya que, en ocasiones, el sistema de salud público no atiende siempre a las particularidades de las personas con autismo, como las comorbilidades asociadas al trastorno o las del propio trastorno. Por ello, añadía este psiquiatra, se trata de adaptar los espacios haciéndolos más accesibles. Laura Ramírez, la enfermera que trabaja en este programa, hablaba de la utilidad de los pictogramas, que se han instalado en colaboración con la Fundación Orange, como un sistema aumentativo y alternativo de comunicación que sirve de apoyo al lenguaje verbal, de forma que el paciente comprenda mejor el mensaje.

Pictograma empleado para mejorar la calidad asistencial de las personas con Trastorno del Espectro Autista

Las personas con TEA, normalmente, presentan dificultades que surgen de la comunicación social, relacionadas con la utilización del lenguaje, tanto verbal como no verbal. ¿Si estos pacientes se encuentran con esta barrera que se forma a la hora de comunicarse con otras personas y en cuanto al entendimiento de las relaciones sociales, cómo se puede llevar a cabo una consulta médica en la que el paciente haya comprendido todo lo que está ocurriendo?, se pregunta el Dr. Meléndez. Además, explica, quienes tienen este diagnóstico experimentan un estrés elevado al acudir a las consultas, se sale de su rutina, es un cambio en su entorno y en sus hábitos estables. Del mismo modo, los pacientes con TEA tienen una sensibilidad superior y presentan alteraciones sensoriales que se pueden ver acrecentadas a la hora de acudir al médico. Todo ello, puede resultar muy abrumador para estos niños y adultos con TEA.

Con AMI-TEA, cuentan los responsables, se quiere hacer un trabajo coordinado con otras especialidades como la Oftalmología, Traumatología o Pediatría para que, por ejemplo, se reduzcan los tiempos de espera para estos pacientes, se adecúe la iluminación de las salas a sus sensibilidades o se adapte la cantidad de información que van a recibir. Otro de los servicios que ofrece el programa es el acompañamiento de los pacientes a las citas médicas de otras áreas, aconsejando a los profesionales que vayan a tratarles e indicándoles cuál es la aproximación más adecuada.

El programa AMI-TEA Getafe se sitúa en el marco del Plan Estratégico de Salud Mental 2022-2024 de la Consejería de Sanidad, implantado en el Hospital Universitario de Getafe tras el éxito en el Hospital General Gregorio Marañón. El verdadero triunfo de este programa, concluye el Dr. Meléndez, resultaría de su propia eliminación, es decir, que la implementación sea estructural y orgánica, de forma que el resto de los profesionales no lo necesiten y sea parte de su trabajo normal y diario. Y, por último, que el autismo tenga una mejor comprensión por parte del sector sanitario, pero también por todo el conjunto de la sociedad.

Visítanos en las redes:
RSS
Follow by Email
Twitter
Visit Us
Follow Me
YOUTUBE
LinkedIn
Share