Tal día como hoy, 5 de marzo, pero de 1885, nacía Louise Pierce en Winchester, Estados Unidos. En el año 1907, se graduó de fisiología e histología en la Universidad de Stanford. Fue a la Universidad de Boston de 1907 a 1909 y fue admitida en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, donde obtuvo el doctorado como tercera de su clase. En 1913, se convirtió en la primera mujer en obtener una posición de investigadora en el Instituto Rockefeller. Allí trabajó como patóloga durante el resto de su carrera.
La enfermedad del sueño, tripanosomiasis, era en ese tiempo una grave epidemia en África ecuatorial. Una patología sobre la que no se sabía nada, ni su transmisión ni su mecanismo. Sin embargo, para que esta situación cambiase, se organizó un grupo de investigación en el Instituto Rockefeller para testar diferentes compuestos de arsénico, ya que algunos parecían ser un tratamiento eficaz. A partir de un medicamento con composición similar destinado para la sífilis, el químico Walter A. Jacobs y el inmunólogo Michael Heidelberger sintetizaron 243 posibles componentes arsénicos. En este momento, la figura de Louise Pierce toma importancia. Ella, junto a su compañero de laboratorio, fue la encargada de testar los tratamientos en ratones, ratas y conejos, con la finalidad de probar su efectividad y llegar a entender la enfermedad del sueño.
Gracias a este trabajo se pudo desarrollar un fármaco que tenía grandes posibilidades de éxito: la triparsamida. Louise Pierce fue enviada a la actual República Democrática del Congo para testarlo, consiguiendo un gran éxito porque la mayoría de los pacientes se curaban. Este tratamiento el de referencia para el tratamiento de esta enfermedad hasta los años 60.
Su papel en la investigación científica fue de gran relevancia y, por ello, el Calendario Escolar Científico del CSIC incluye su nombre junto al de otras personalidades de referencia en la lista de efemérides del mes de marzo.